Carlos Navarrete Romero/ Ajuchitlán del Progreso, Gro.
Pese a que ya se realizaron varias peticiones formales a las autoridades forestales para frenar el saqueo de sus bosques, la tala clandestina de árboles en el Ejido de la comunidad de Cuatro Cruces, perteneciente al municipio de Ajuchitlán del Progreso, continúa.
Para los pobladores de esta comunidad, enclavada en la sierra de la Tierra Caliente, la situación es preocupante porque quienes realizan la tala son invasores armados.
Ayer por la tarde Réplica acompañó a los ejidatarios en un recorrido que hicieron en el predio que fue invadido para buscar evidencias que confirmaran la extracción de la madera y robustecer las denuncias que ya han presentado.
En el camino hacia ese punto, la caravana de pobladores se encontró con dos patrullas de la Policía Estatal en la que se trasladaban cerca de 15 elementos de seguridad, quienes presuntamente ya habían acudido al lugar donde se realiza la tala pero refirieron que no encontraron indicios de alguna actividad ilegal.
Sin embargo, los pobladores solicitaron a los policías regresar al predio con ellos, para hacer una nueva revisión, y aunque no accedieron de inmediato, los policías terminaron por acompañar a los ejidatarios.
Metros adelante del acceso principal del predio fue encontrada una decena de troncos recién cortados, también árboles de pie pero con marcas de motosierra y de una grúa que es utilizada para arrastrar a los árboles que se encuentran en zonas accidentadas, pero aseguran que ésta última está escondida para evitar que sea incautada.
Las autoridades ejidatarias dialogaron en el lugar con uno de los responsables de la tala de árboles, quien es integrante del Ejido de Cuatro Cruces pero lo acusan de aprovecharse de sus derechos para permitir la llegada de personas que no pertenecen a la comunidad y que están realizando el saqueo.
Ahí le hicieron del conocimiento que las autoridades forestales ya se pronunciaron al respecto y determinaron que la tala de árboles no podía continuar por la devastación que está ocasionando al predio en su flora y fauna.
La parte denunciada afirmó que la intención de talar los árboles era para uso doméstico y no para la venta, pues necesitaban la madera para construir sus viviendas.
En la conversación, los elementos de la policía estatal solicitaron al ejidatario ya no continuar con la tala como fue ordenado por las autoridades forestales.
Una mujer de la tercera edad, habitante de Cuatro Cruces, explicó que el Ejido tiene una dimensión de 7 mil 500 hectáreas, de las cuáles mil 500 les fueron cedidas en 2012 tras un pago de 10 millones de pesos que realizó el gobierno del estado a la propietaria de esas tierras, de nombre Lidia Valle Soto. Es en esa zona a donde llegaron los invasores.
“Lo que queremos es que las autoridades correspondientes nos hagan caso, nosotros no queremos problemas con nadie, nosotros no somos de problemas, somos de paz, lo único que pedimos es que se respete esa parte del ejido, nada más, no queremos problemas con nadie”.
Un ejidatario también declaró que en Cuatro Cruces no buscan una confrontación, razón por la que decidieron recurrir a las vías institucionales para denunciar la tala y demandar la intervención de las autoridades.
Pero criticó que pese a esto, los invasores continúan explotando sus bosques, por lo que pidió al gobierno estatal y federal no ser omisos.
“Sólo uno de ellos es ejidatario, todos los demás no son de aquí, los desconocemos. Nosotros tenemos evidencias de que son de otro lado esas personas y no podemos dejar que se lleven nuestros recursos que son del Ejido”.
Indicó que los taladores han invadido ya 10 hectáreas del predio que les fue otorgado en 2012.
Finalmente, los ejidatarios llamaron al gobierno del estado a intervenir en el conflicto y advirtieron que de haber omisión de las autoridades, podrían desatarse enfrentamientos violentos.
Los entrevistados pidieron guardar el anonimato por temor a represalias, pues recordaron que a quienes acusan están armados.