Ángel Galeana/Acapulco
En medio del caos que vive Acapulco tras el embate del huracán Otis, la rapiña se ha apoderado de las calles. Robar se hace con la mayor naturalidad, en la cara de todos, incluso de la policía y las fuerzas armadas.
Acapulco recibió la mañana del miércoles en ruinas. Los edificios estaban destrozados. El viento arrasó igual condominios de lujo en la zona Diamante como casas en las colonias populares, y con ese amanecer también llegaron montones de ladrones a saquear cuanta tienda encontraron a su pasó.
Comida, agua, tinacos, televisiones, motocicletas, zapatos, ropa de lujo, colchones, refrigeradores, refrescos y paquetes de cerveza, todo ha sido robado. Incluso, han vaciado la gasolina de automóviles estacionados. El propio robo ha provocado desabasto, ninguna tienda abre para evitar los saqueos.
Este jueves por la mañana continuaban abriendo tiendas sobre la Costera Miguel Alemán. Rompieron la cortina metálica de una sucursal de Coppel por un costado y entraron. La policía y las fuerzas armadas están rebasados, no hay fuerza pública que detenga a los cientos de personas dedicadas al robo.
En un recorrido en una patrulla de la policía municipal en las que se transporta a ciudadanos desde la Costera Miguel Alemán hasta la zona de Hospitales, se constató que los saqueadores actúan sin temor a la policía. Frente a los agentes roban todo lo que pueden de los oxxos, farmacias, y tiendas departamentales.
Por la tarde de este jueves se reportó que habitantes de las colonias Renacimiento, Zapata y Vacacional paraban a los automovilistas que salían y entraban a Acapulco para robarles insumos. Ese reporte obligó a varios ciudadanos que se enteraron a entrar a Acapulco por la zona Diamante.
Muchos turistas siguen varados, tanto en los hoteles, refugios, terminales de autobuses y en el aeropuerto internacional Juan Álvarez. La señora Vivían Chávez espera desde el miércoles en el aeropuerto intentando regresar a Baja California.
Los residentes de Acapulco están padeciendo la falta de servicios, comida, y agua, aunado a los desteozos en sus casas. No hay todavía ayuda de autoridades en la mayoría de las zonas. Quienes tienen posibilidades viajan hasta Chilpancingo por víveres y cargar gasolina.
Este jueves por la noche empezaron traslados exclusivos para turistas de Acapulco a la Ciudad de México a través de autobuses de empresas en convenio con el Gobierno estatal.