Ángel Galeana/Chilpancingo
El secretario de Protección Civil Estatal, Roberto Arroyo Matus, aseveró que fue imposible evacuar a la ciudadanía de Acapulco previo al impacto del huracán Otis, debido al cambio de trayectoria y vientos extraordinarios.
Defendió que hubo 70 alertamientos 24 horas previas a que el huracán tocara tierra, y desde el 22 de octubre se hizo alertamientos a municipios activando los protocolos.
Adelantó que será obligatorio en Guerrero que las construcciones estén preparadas para resistir embates como el de Otis, sobre todo en el sector turístico, en donde «es importante que haya elementos de seguridad».
«Fue insuficiente e inapropiado el sistema que era normal para tiempos anteriores, pero ahora con los huracanes de este tipo que pudieran ser más recurrentes pudiera requerirse algo similar como lo que se está haciendo en Cancún, en el Golfo de México, para resistir estos embates. Lo vamos a tener que hacer, va a ser obligatorio, vamos a hacer un esfuerzo para que se cambie, como una norma emergente, que se cambien los sistemas de fijación y se mejore la calidad de los espectaculares», señaló.
Arroyo Matus compareció ante el Congreso en el marco de la glosa del segundo informe de Gobierno de Evelyn Salgado Pineda. Durante su comparecencia fue cuestionado sobre los alertamientos emitidos por la dependencia para prevenir a la ciudadanía del Huracán, los daños que provocó, tiempo probable de reconstrucción, el cambio de 47 municipios a 2 declaratoria de desastre, entre otras.
El funcionario señaló que el huracán tuvo cambios extraordinarios de trayectoria y vientos. Ejemplificó que a las 18:30 horas del 24 octubre era categoría 4 y tenía un rumbo hacia la Costa Grande, entre los municipios de Atoyac y Tecpan; sin embargo, cambió el rumbo directo a Acapulco y aumentó a categoría 5.
«Se ha comentado que se pudo haber evacuado a la población de Acapulco, sería imposible. A las 18 horas era categoría 4 apuntando hacia Tetitlán y básicamente en pocas horas se transformó en un fenómeno extraordinario, devastador, que evacuar a personas en 3 o 4 horas es imposible, es casi 1 millón de personas, no se puede desplazar en 3 horas, es completamente impensable. Lo mejor que pudo hacer la población fue resguardarse en sus viviendas», señaló.
La diputada priista Gabriela Bernal Reséndiz respondió que ella no estaría tan tranquila sentada. Reconoció que lo ocurrido en Acapulco no es responsabilidad de ningún gobierno, pero acusó que si se hubiera alertado de manera más oportuna muchas personas seguirán vivas o hubieran protegido sus pertenencias.
Arroyo Matus aseguró que emitieron 70 avisos 24 horas antes del Huracán a través del Centro Estatal de Alertamiento. Fueron 10 boletines generales, 28 boletines especiales, 2 oficios urgentes de alertamiento preventivo extendido a 5 días en los 81 ayuntamientos y 30 avisos.
La diputada de Morena, Beatriz Mojica Morga defendió que todos supieron de la alerta de huracán «de una manera muy particular», que fue la cancelación de la presentación del segundo informe de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda. «No se sabían las dimensiones pero sí hubo acciones».
Sobre la declaratoria de emergencia, indicó que no continuaron con la clasificación por una medida que tomó la Coordinación Nacional de Protección Civil debido a que es importante marcar un parte aguas. Defendió que no es necesario tener estado en declaración de emergencia porque no hay lesionados, y se tiene que pasar a una etapa de recuperación.
«Son protocolos que se deben de seguir, no nos podemos quedar siempre en emergencia porque ya no la hay (…) estamos en etapa de recuperación.
Sobre las estrategias de recuperación de Acapulco, indicó que el Gobierno federal y estatal están dirigiendo recursos para atender a los damnificados, «y consideramos que ha habido un importante y sustancial avance».
Arroyo Matus señaló que la Secretaría a su cargo opera con recursos y equipo insuficiente, toda vez que requieren al menos el doble de personal e instrumentos para prevención y actuación, como el atlas de riesgo. Este mapa, dijo, tiene un avance de 60 capas de información respecto a diversos fenómenos que pueden afectar a Guerrero.
Otros de los instrumentos que carecen son estaciones metereologicas en al menos toda la zona costera del estado para el monitoreo de fenómenos hidrometeorológicos, toda vez que solo hay en Acapulco.
En ese sentido, hizo un llamado a los diputados para que analicen las propuestas de la dependencia para el presupuesto del 2024, que incluye 20 millones de pesos para la adquisición de equipo especial para integrar el atlas de riesgo, y 56 millones de pesos para una red acelerográfica para monitoreo de sismos y lluvias.
Cuestionado sobre los fondos con los que cuenta el estado para atender desastres naturales, dijo que son suficientes, sin mencionar cifras, pero reconoció que con el caso de Otis fue rebasado, y no habría presupuesto que alcance.
Indicó que, según «balances de diferentes medios» hay una estimación preliminar de daños en Acapulco equivalente a 65 mil millones de dólares, aunque subrayó que aún no hay un balance final de manera oficial.
Reconoció que sí es necesario actualizar las reglas del Fonsol, al cual es complicado acceder.