Redacción/Chilpancingo, Gro.
Reporteras de distintos medios de comunicación marcharon en la capital para exigir el cese de las violencias que viven en sus funciones periodísticas.
Las periodistas, acompañadas de activistas, se concentraron en la plaza Bicentenario y desde ahí marcharon por las avenidas principales de la ciudad hacia la plazoleta de Unidos por Guerrero, que desde hace 5 años renombraron de manera simbólica como «Violetas del Anáhuac».
Durante el recorrido las manifestantes gritaron consignas como «Nos queremos vivas e informando», «Ni una reportera asesinada más» y «Periodista, hermana, aquí está tu manada».
En un mitin dieron lectura a su pronunciamiento en el marco de 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en el que reconocieron «a las valientes de nuestras historias, a las ancestras que imaginaron posible un mundo donde la igualdad, la equidad y la vida libre de violencia fuese más que un sueño.»
«Hoy, estamos aquí para recordar a las víctimas de feminicidio y a sus familias, a las huérfanas y huérfanos por este delito, a las madres que buscan a sus desaparecidos, a las que demandan justicia mientras los agresores están libres, a las defensoras de derechos humanos vulneradas también por su labor, a quienes son acosadas, hostigadas, violadas en las escuelas, en el trabajo y en el seno familiar, a quienes levantan la voz, y cuyas historias documentamos día a día.»
Señalaron que «todas hemos sido violentadas en distintos grados por los múltiples machismos de la cultura que nos atraviesa y que queremos deconstruir en los entornos más cercanos, para vivir seguras, libres de violencias.»
Resaltaron que este 8 de marzo «se enmarca en el proceso electoral más grande de la historia del México, que también se avizora como el más violento en el país, por la crisis de inseguridad que se agudiza en la coyuntura política.»
«Vivimos en una escalada de violencia sin tregua, consecuencia de la omisión, consentimiento o complicidad de las autoridades de gobierno con los grupos criminales (…) Enfrentamos situaciones sin precedente, consecuencia de las disputas de grupos criminales que atacan a la población.»
Puntualizaron que este año Chilpancingo, Acapulco, Taxco, Zihuatanejo e Iguala, enfrentaron crisis por la violencia que afectaron al transporte público, así como a las reporteras de pie y otros sectores susceptibles por las condiciones de marginación.
Reclamaron que en la capital «servidores públicos se nieguen responder sobre los graves y crudos acontecimientos que les toca resolver».
Ante este panorama, demandaron un trato digno de parte de servidores públicos y que fijen posturas claras sobre las denuncias que les corresponde atender; al Estado le exigieron que brinde las garantías para ejercer el periodismo de manera libre y segura.