Alberto Gómez/Chilpancingo
Personal de Palacio de Gobierno regresó a trabajar bajo un fuerte blindaje de las instalaciones por posibles protestas de normalistas de Ayotzinapa.
Este lunes, los trabajadores se presentaron a laborar, pero lo hicieron escalando las vallas de acero que fueron instaladas sobre la calle recursos hidráulicos.
Palacio de Gobierno se convirtió en una fortaleza resguardada por vallas de acero de más de 2 metros, refuerzo de puertas con placas de acero, apuntalamiento de rejas, bloques de cemento y vallas metálicas que impiden la circulación desde 100 metros a la redonda, y cientos de policías con equipos antimotines, todo para prevenir que normalistas de Ayotzinapa hagan destrozos similares a los de 2014, cuando quemaron uno de los edificios por la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala.
El pasado viernes fueron suspendidas las actividades en la sede del gobierno estatal tras el asesinato de un normalista de Ayotzinapa la noche del jueves.
Este lunes regresaron a trabajar entre las dificultades que significa el amurallamiento de Palcio de Gobierno. Los trabajadores tuvieron que caminar desde distintos puntos y, algunos, brindar las vallas que se colocaron, otros pasaron por abajo de rejas.
El edificio Juan Álvarez, que alberga oficinas de la Secretaría de Finanzas y del registro civil también se encuentra resguardado por vallas de acero. Este lunes comenzaron a colocar madera en las ventanas.