Ángel Galeana/Copala
En Copala nadie se imaginaba que 16 días después de las elecciones estarían enterrando al presidente electo, el capitán retirado de la Marina, Salvador Villalba Flores, “El Capi”, o “Chava loco”, como se le conocía entre los vecinos.
Un secreto a voces se propaga entre los que hablan del caso en el pueblo- al menos entre los allegados a Salvador Villalba- y hay un solo nombre señalado como responsable del crimen, el de la alcaldesa con licencia o diputada electa por Morena, Guadalupe García Villalba, pero prácticamente nadie lo dice abiertamente, solo corre el murmuro.
Salvador anunció la semana pasada que estaría por programar la fecha para festejar el triunfo que obtuvo en el municipio; que no era para menos, le ganó al candidato de la aplanadora Morena, bajo las siglas del modesto y nuevo partido local, México Avanza.
El festejó no llegó. La música que se escuchó este martes fue fúnebre mientras era velado en su casa.
A las 4:15 de la tarde terminó el velorio y el cuerpo de Salvador Villalba fue sacado de su casa en un ataúd, cargado por familiares, amigos y compañeros de campaña.
La seguridad que faltó la madrugada del lunes cuando fue asesinado en San Pedro las Playas, Acapulco, ahora parecía estar en exceso: 3 patrullas de la Guardia Nacional con alrededor de 20 elementos se colocaron en los alrededores para garantizar que no hubiera más ataques.
El trayecto al panteón fue a pie bajo un calor de 36 grados. Hubo 5 paradas para despedir el cuerpo: la casa de su hermano, la capilla de la colonia Barrio Nuevo, una carnicería que era de su propiedad llamada “el capi”, su casa paterna y la iglesia de San Juan Bautista.
Para llegar a la iglesia, ubicada en el centro del municipio, fue obligatorio que el ataúd con el cuerpo de Salvador pasara frente al Ayuntamiento, ese que dirigiría a partir del 1 de septiembre próximo.
Pero la familia no lo quiso despedir en este edificio, “él nunca se sentó ahí, que se traguen su silla”. quienes acompañaban el cortejo gritaban ¡Presidente! ¡Presidente!
Cerca de las 6 de la tarde fue sepultado el cuerpo en el panteón nuevo.
Corren a Guadalupe García del cortejo
Nadie lo dice abiertamente, pero en los rumores, los dichos del pueblo, hay un solo nombre al que involucran en el crimen de Salvador, el de la alcaldesa con licencia y diputada electa por Morena, Guadalupe García Villalba.
La alcaldesa con licencia o diputada electa intentó sumarse al cortejo fúnebre pero un grupo de personas se negó. Le pidieron que no se uniera, “que se vaya atrás si quiere”, mientras le gritaban ¡justicia, justicia!
Guadalupe García intentó no hacer caso a los reclamos y avanzó unos metros rodeada de sus escoltas, pero el cortejo se detuvo, “aquí nos vamos a parar, que caminen ellas solas”, dijo un hombre que encabezaba.Finalmente Guadalupe García optó por salirse y retirarse.
En declaraciones a reporteros, Guadalupe García Villalba dijo ser las más interesada en que se aclare el homicidio y pidió que sea la Fiscalía General de la República a que sea la encargada de la investigación.
-¿Hay voces que apuntan, que la señalan?, se le preguntó.
«Personas mal intencionadas, yo estoy abierta a cualquier tipo de investigación, como me puse a disposición también en el pasado suceso, y estamos abiertas a cualquier tipo de investigación, soy la más interesada de que esto se esclarezca», señaló.
El “pasado suceso” fue el asesinato de Jesús González Ríos, dirigente municipal del Partido Verde quien fue asesinado a finales junio del año pasado, y quien aspiraba a ser candidato a la alcaldía de Copala.
Jesús González grabó un video antes de morir en el que acusó a Guadalupe García Villalba de amenazarlo, a través de un grupo armado, para que se “quitara” de la política, que ya no participara para que ganaran los candidatos que ella postulara.
El video se publicó en redes sociales después de que el cadáver de Jesús González fuera encontrado.
En Copala se menciona que Salvador Villalba Flores ganó la alcaldía, en buena medida, gracias a que el equipo y la estructura de Jesús González Ríos se le unió.
“Nos sentimos tristes porque a pesar que ya nos mataron a Chucho Ríos, ahora fue él (Salvador), ya son dos muertes», comentó María, una mujer que asegura participó en la campaña.
Alcalde suplente asumirá el cargo
Mientras avanzaba el cortejo fúnebre de Salvador Villalba, llegó el alcalde suplente electo, Rogelio Lozano Pérez. Inmediatamente llamó la atención por el fuerte operativo de seguridad a su alrededor de elementos de la Guardia Nacional y Policía del estado.
Rogelio Lozano es Teniente de Fragata retirado de la Secretaría de Marina. Acompañó hasta el panteón a Salvador Villalba pero con su propio equipo de seguridad que lo protegía de cualquier persona que se acercaba.
Aseguró que sí asumirá el cargo de alcalde porque así lo marca la ley, aún con el miedo “normal” que reconoció tener.
“Voy a asumir el cargo porque así lo marca la ley».
-¿Estos hechos de violencia no inhiben su participación?
-“No, porque vamos a continuar, o sea, vamos a buscar la paz, porque queremos paz”.
-¿Usted ha recibido amenazas?
“Hasta el momento no hemos recibido amenazas, hasta el momento estamos bien.
-¿Tiene temor usted?
-El miedo es normal, como todo ciudadano mexicano tenemos miedo, pero es un miedo normal, como todo
-¿Va a estar resguardado?
-Claro que sí porque la situación lo amerita, vamos a tener la seguridad.
-¿Usted cree que este hecho que pasó contra Salvador sea un tema político?
‐Esa pregunta no me corresponde decirlo, es a ustedes (los medios de comunicación), ustedes son mirones profesionales, es cuestión de ustedes”.