Janice García Quiroz es Química Farmacéutica Bióloga, Maestra y Doctora en Ciencias con especialidad en Farmacología por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del I.P.N. Actualmente es Investigadora en Ciencias Médicas en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán en la CDMX donde dirige proyectos de investigación enfocados en el estudio de nuevos agentes para el tratamiento y prevención del cáncer de mama y cáncer cervicouterino. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores y tutora de maestría y doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México y del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del I.P.N. janicegarciaq@gmail.com
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El cáncer cervicouterino es el segundo tipo de cáncer más común entre las mujeres en edad reproductiva en México y su principal causa es la infección persistente por el virus del papiloma humano (VPH).
Existen más de 40 tipos de VPH que se pueden transmitir a través del contacto sexual afectando el área anogenital. Algunos de estos virus, como el VPH 6 y 11, son de bajo riesgo y pueden causar verrugas genitales. Sin embargo, otros tipos, como el VPH 16 y 18, son de alto riesgo y pueden llevar al desarrollo de varios tipos de cáncer. Aunque el cáncer cervicouterino es el más comúnmente asociado con la infección por VPH, este virus también puede causar cáncer vaginal, vulvar, anal, y orofaríngeo, así como cáncer de pene. Otros tipos de VPH, como el 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56, 58, 59, 66, y 68, también tienen la capacidad de causar cánceres anogenitales.
La infección por el VPH generalmente se adquiere después de iniciar la actividad sexual. Aunque la mayoría de las infecciones por VPH ocurren en adolescentes y jóvenes, los adultos también están en riesgo, especialmente al cambiar de pareja sexual. Muchas infecciones por VPH son asintomáticas, y se hacen evidentes hasta cuando ya se ha producido un daño significativo.
Por fortuna, existen tres vacunas aprobadas para prevenir la infección por el VPH: Gardasil ® (aprobada en el 2006): Protege contra los VPH 6, 11, 16 y 18.
Cervarix ® (aprobada en el 2007): Protege contra los VPH 16 y 18.
Gardasil-9 ® (aprobada en el 2014). Protege contra los VPH 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58.
En nuestro país, en el año 2008, se incluyó la vacuna contra el VPH en el programa oficial de vacunación. En el 2009, la Secretaría de Salud de México inició el programa de vacunación contra el VPH dirigido a niñas de 9 a 12 años en los estados de Chiapas, Durango, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Puebla y Veracruz, a quienes se les aplicó un esquema de vacunación de tres dosis. A partir del 2012, se amplió la vacunación a nivel nacional para niñas de quinto grado de primaria y aquellas de 11 años no escolarizadas.
Investigaciones subsecuentes indicaron que las vacunas Cervarix® y Gardasil®, administradas en dos dosis a niñas de 9 a 14 años, generan una respuesta inmunitaria comparable a la obtenida con tres dosis. En México, en el 2014, se actualizó el esquema de vacunación a dos dosis y se amplió la cobertura de vacunación a mujeres con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) de 11 a 49 años con un esquema de tres dosis.
Durante los años 2018 y 2019, se presentó una escasez mundial de las vacunas contra el VPH debido a una producción insuficiente. Esto provocó interrupciones en la vacunación contra el VPH tanto en México como a nivel internacional. Si bien, para el 2020, se logró restablecer el suministro de Gardasil ®, la pandemia por COVID-19 continuó afectando el programa de vacunación.
En respuesta a la disminución en la cobertura de inmunizaciones contra el VPH a nivel mundial, y basándose en nuevos estudios sobre la eficacia de una sola dosis de la vacuna, el 20 de diciembre de 2022 la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó el calendario de vacunación. Las recomendaciones actuales de la OMS son las siguientes: para las niñas de 9 a 14 años una o dos dosis, para adolescentes y mujeres de 15 a 20 años una o dos dosis, mientras que para mujeres mayores de 21 años se recomienda un esquema de dos dosis con un intervalo de 6 meses. Además, se resalta la importancia de priorizar la vacunación en personas inmunodeprimidas o con VIH, quienes deben recibir al menos dos dosis.
En el 2023, la Secretaría de Salud de México puso en marcha la “Campaña de Mitigación del Rezago de Esquemas de Vacunación contra el VPH”. Esta campaña tiene como objetivo recuperar el retraso en la vacunación y se centra en administrar una dosis de la vacuna a las niñas de primero y segundo año de secundaria y a las niñas de 13 y 14 años no escolarizadas, y tres dosis a personas de 11 a 49 años con VIH.
Es esencial que todas las personas, independientemente de su género o edad, reconozcan la importancia de la vacunación contra el VPH como un medio de protección vital. Si bien la vacuna contra el VPH se aplica de forma gratuita a niñas y adolescentes ó mujeres con sistemas inmunes comprometidos, también es relevante que las mujeres que no pertenecen a estos grupos, así como los hombres, sean conscientes de los beneficios de la vacuna y consideren vacunarse, para lo cual se sugiere buscar asesoramiento médico para su aplicación. Además, es fundamental que los padres tomen medidas proactivas para asegurar que sus hijas reciban la vacuna gratuita si aún no han sido inmunizadas.
El cáncer cervicouterino es prevenible y no tiene por qué ser una sentencia de muerte. Las vacunas contra el VPH disponibles son seguras y efectivas, no solo para prevenir la infección sino también para reducir significativamente la incidencia del cáncer cervicouterino y otros tipos de cáncer vinculados al VPH. Estas vacunas no tratan las infecciones de VPH ya existentes, por lo que también es crucial que las mujeres que son sexualmente activas mantengan chequeos ginecológicos regulares, incluyendo el papanicolaou y la colposcopía, para identificar cualquier lesión en sus etapas iniciales.