Entre la salud y la belleza, la popularidad de los nuevos tratamientos para la obesidad  

Guadalupe Maya Núñez es Química Farmacéutica Bióloga, Maestra en Ciencias Químicas con especialidad en Bioquímica y Doctora en Ciencias Biomédicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es Investigadora en la Unidad de Investigación Médica en Medicina Reproductiva del Hospital de Gineco-Obstetricia No. 4 del IMSS en la CDMX. Dirige proyectos enfocados en la regulación del Receptor de la Hormona liberadora de Gonadotropinas en hipogonadismo hipogonadotrópico y en cáncer de mama. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

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La búsqueda de un medicamento que permita a las personas con obesidad perder peso ha sido tema de investigación por mucho tiempo. Actualmente, el uso de un grupo de medicamentos que originalmente se utilizaron para el control de la diabetes tipo 2 ha demostrado ser efectivo para el tratamiento de la obesidad. El compuesto denominado semaglutida, actúa de forma similar a una hormona producida por el intestino llamada GLP-1. Este compuesto estimula la secreción de insulina y disminuye los niveles de glucosa en sangre. Las personas que se encuentran en tratamiento de diabetes tipo 2 y que utilizan semaglutida, deben inyectarse una vez por semana antes o después de las comidas en cualquier momento del día; además del control del azúcar, en estos pacientes se observó una pérdida de peso significativa. Al controlar en conjunto la diabetes y la pérdida de peso, la semaglutida se considera un compuesto para el tratamiento de enfermedades metabólicas. Ahora se conoce que este compuesto ayuda a reducir el hambre porque controla, en el cerebro, la sensación de saciedad disminuyendo entonces el apetito. Además, induce al estómago a vaciarse más lentamente y evita que el hígado produzca y libere demasiada azúcar.

En el mercado ya se venden varios medicamentos del tipo semaglutida; están el Ozempic y el tirzepatida que se utilizan en el tratamiento de diabetes tipo 2 y Wegovy y Zepbound que están aprobados para el tratamiento de obesidad.

Además del efecto de estos medicamentos en la pérdida de peso se han descrito una variedad de efectos benéficos en la salud; por ejemplo, después de algunos meses de iniciado el tratamiento existen efectos cardiovasculares protectores, el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer disminuye significativamente y en general incluso reduce la inflamación en ciertos tejidos como el riñón. Hasta el momento no se ha determinado exactamente porque estos medicamentos tienen tantos beneficios en diferentes enfermedades; sin embargo, parece que la mayoría de las mejorías observadas en los pacientes son en gran parte debido a la pérdida de peso con la consecuente reducción en las enfermedades asociadas a la obesidad.

El problema de la obesidad a nivel mundial representa un reto para cualquier sistema de salud. La población afectada no solo incluye a personas adultas sino adolescentes e incluso niños. Estos niños con obesidad serán adolescentes con obesidad y adultos con obesidad que desde muy temprana edad tendrán problemas de salud severos. La iraglutida con nombre comercial Saxenda y Victoza, están aprobados en Estados Unidos y en Europa para el tratamiento de obesidad infantil en niños mayores de 12 años.

Los efectos negativos más comunes de estos medicamentos incluyen diarrea, vómitos y nauseas que para algunos pacientes pueden ser muy severas e incluso deben dejar de tomar el fármaco. Por otro lado, todos estos medicamentos que se asemejan al GLP-1 deben tomarse de por vida. Cuando los pacientes suspenden el medicamento, el hambre y los antojos se presentan nuevamente lo que provoca un incremento en el peso corporal. Otra interrogante del uso de las semaglutidas son sus efectos a largo y muy largo plazo. Pero hasta ahora los beneficios obtenidos en los pacientes con tratamiento son mayores que en los pacientes que no recibieron la semaglutida. Hasta el momento, el principal problema para acceder a cualquiera de estos medicamentos es su costo, ya que cualquiera de las presentaciones tienen un precio excesivo.

Debemos recordar que la obesidad es una enfermedad crónica que debe controlarse constantemente. Es necesario un tratamiento multidisciplinario con ayuda de dieta y ejercicio. El uso de medicamentos para perder peso deberá ser parte de ese tratamiento y bajo estricta vigilancia médica.

La identificación de GLP-1 y sus funciones en el intestino así como la posterior síntesis de un fármaco representa un hito en la medicina. Los investigadores lograron identificar una hormona que se encuentra en el intestino y que participa en el metabolismo de la glucosa y que representa un nuevo mecanismo de regulación de la insulina. Todos estos estudios llevaron a la creación del primer tratamiento realmente efectivo en el manejo de la obesidad, lo que representa un avance enorme en el mantenimiento de la salud humana. Sin embargo, no debemos caer en las tendencias de belleza actuales, no se deben tomar medicamentos por estética o por el deseo de perder peso fácilmente. Estos medicamentos están indicados solamente en pacientes con obesidad y que lo toman bajo estricta vigilancia médica acompañados de un estilo de vida saludable.

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