Acusa Fiscalía a Germán Reyes de ordenar a Los Ardillos el asesinato Alejandro Arcos

Ángel Galeana/Chilpancingo

La Fiscalía General del Estado acusó al encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública de Chilpancingo, Germán Reyes Reyes, de ser quien ordenó que el grupo delictivo de Los Ardillos decapitara al ex alcalde Alejandro Arcos Catalán porque este no accedió a designar cargos dentro del Ayuntamiento.

El principal testigo para formular la acusación que tiene la Fiscalía fue identificado como Domitilo Cándido Pila, un comerciante que apareció muerto en estado de putrefacción el pasado 6 de noviembre en la colonia Obrera de Chilpancingo. Abogados de Germán Reyes confirmaron a medios de comunicación que la víctima es el mismo testigo que citó el ministerio público.

La audiencia inicial de formulación de imputación se realizó entre la tarde de ayer martes y la madrugada de este miércoles en la sala número 1 del juzgado de control y enjuiciamiento penal. En total, se prolongó por espacio de 12 horas y media, desde las 5:30 de la tarde hasta las 6 de la mañana.

El ministerio público aportó diversos medios de prueba contra Germán Reyes basados en entrevistas con hermanos de Alejandro Arcos y quien fuera su esposa Sandra Solís Peralta, videos de cámaras de seguridad, declaraciones de quien fuera su encargado de seguridad y pruebas periciales. También un correo electrónico anónimo que les llegó horas después de que el acusado fue detenido, y el relato de Domitilo Cándido. La jueza del caso exhibió que la Fiscalía tenía los nombres de los testigos y declarantes protegidos, pero de última hora durante la audiencia los hizo públicos.

El principal testigo que aportó la Fiscalía como dato de prueba fue Domitilo Cándido Pila, un comerciante originario de Chilpancingo que el 27 de octubre acudió a vender objetos diversos a la iglesia de Petaquillas porque en la capital estaban bajas las ventas. Cuando estaba en la iglesia, se le acercaron dos hombres armados que se identificaron como policías comunitarios de Petaquillas, quienes le exigieron una cuota de 500 pesos para poder vender, cantidad que el comerciante dijo no podría pagar.

Según la narrativa de la Fiscalía, cuando los sujetos armados discutían con el comerciante, llegaron otros sujetos, entre ellos uno apodado «el michoacano», quien dijo que «el patrón los estaba reuniendo», con la finalidad de que estuvieran alertas por la presencia de «los verdes», en referencia a elementos del Ejército en la zona tras el homicidio de Arcos Catalán.

Al percatarse que el comerciante no pagaba la cuota que se le exigía por vender, este sujeto, «el michoacano», ordenó que al comerciante lo subieran a una camioneta, en la cual avanzaron por espacio de una hora con rumbo a un rancho en el municipio de Quechultenango.

En ese trayecto de una hora, los delicuentes, según la Fiscalía, comentaron entre sí que había sido Germán Reyes quien ordenó el asesinato de Alejandro Arcos porque se había negado a otorgar cargos al grupo delictivo de Los Ardillos dentro del Ayuntamiento. Además, que tenían protección de él, lo cual demostraron con una llamada telefónica en el trayecto.

En el relato se señala que «el patrón» se enojó que los sujetos armados llevaran al mencionado rancho a Domitilo Cándido Pila, por lo que lo regresaron a la Iglesia de Petaquillas en donde lo dejaron bajo la amenaza de que no dijera nada de lo que vio y escuchó.

El pasado 6 de noviembre fue encontrado muerto Domitilo Cándido en una casa de la colonia obrera de Chilpancingo. El cuerpo estaba en estado de putrefacción. Según los reportes policiacos, el comerciante vendía veneno para ratas.

Otro de los datos de prueba que aportó la Fiscalía en contra de Germán Reyes fue un correo electrónico anónimo que les llegó ayer, luego de la detención del ex funcionario. Según lo descrito por la Fiscalía, quien escribió el correo electrónico se identificó como policía municipal, quien afirmó que dos días antes de que fuera asesinado Alejandro Arcos, escuchó a Germán Reyes molesto y ordenando por teléfono que juntaran «al Michoacano y otros cabrones» porque quería «la cabeza» de Arcos Catalán toda vez que este se negó a nombrar a un encargado de obras públicas que tenía el visto bueno de «Los Ardillos».

La Fiscalía afirmó que, en el correo, el policía dijo que no había declarado por temor, pero una vez que vio que Germán Reyes era detenido se animó a hacerlo de forma anónima.

Alejandro Arcos murió decapitado

Alejandro Arcos Catalán murió por «hemorragia masiva por decapitación», según lo expuesto en la audiencia basado en el dictamen del médico forense, es decir, que al ex alcalde lo decapitaron vivo. En la audiencia no se expuso que tuviera herida de bala, solo dos «zonas de esquimosis», es decir, moretones.

Según el relato de la Fiscalía, Alejandro Arcos salió de Chilpancingo alrededor de las 11 de la mañana del 6 de octubre a bordo de una camioneta Grand Cherokee, una Robust y una Amarok acompañado de 6 escoltas y 5 colaboradores con destino a Tepechicotlán para atender a damnificados del huracán John. Al llegar a la localidad, Arcos Catalán dijo que se separaría del grupo con el que viajaba y que él entregaría apoyos por separado.

Alejandro Arcos, según la investigación de la Fiscalía, fue llevado a un rancho en Quechultenango en donde fue asesinado. Posteriormente fue trasladado a Chilpancingo a bordo de la camioneta Robust que era manejada por Marco Antonio «N», alias el Michoacano. Atrás de ellos los seguía otro sujeto a bordo de una motocicleta. Al llegar a la calle Moctezuma, a la altura del hotel Real Morely, abandonaron el cuerpo de Arcos Catalán y huyeron en la motocicleta con rumbo al libramiento a Tixtla.

Jueza dicta prisión preventiva contra Germán Reyes

El ministerio público solicitó a la jueza del caso que Germán Reyes fuera vinculado a proceso por el delito de homicidio calificado y que se le dictara la medida cautelar de prisión preventiva justificada al considerar que tanto las víctimas como los testigos corrían riesgos a su integridad.

Para el caso de la solicitud de prisión preventiva justificada, el ministerio público expuso que Germán Reyes amenazó de muerte al policía ministerial identificado como Osbaldo Adame Valdéz, quien participó en su detención. El agente presentó una querella por la amenaza, y la Fiscalía advirtió que Germán Reyes ordenó el asesinato del ex alcalde y que está vinculado a Los Ardillos, por lo que existía temor del agente de que la amenaza se materializara.

La defensa argumentó que la solicitud de prisión preventiva era desproporcionada, toda vez que Germán Reyes tiene demostrado un arraigo profesional y personal en Chilpancingo, prueba tal que fue detenido en su centro de trabajo, tiene un medio honesto de vivir y un trabajo lícito.

Germán Reyes argumentó que no existía ningún riesgo para las víctimas ni para los testigos toda vez que no ha tenido contacto con ellos ni antes ni después de los hechos.

Señaló que su vida corre peligro al ser internado en un cárcel del estado, toda vez que anteriormente se desempeñó como Fiscal Especial para Delitos Graves y atendió delitos de alto impacto por los que hay delincuentes presos por su trabajo como servidor público.

La jueza pidió a la Fiscalía, ante su petición de prisión preventiva, que determinara en qué otra cárcel que no fuera en Guerrero proponía que se cumpliera la medida cautelar, pero la ministerio público reconoció que no estaba preparada para responder a ese argumento, pero propuso que fuera al estado más cercano, que es Morelos. La jueza del caso apuntó que pese a que la parte acusadora sabía que el acusado tenía antecedentes dentro de la Fiscalía, no preparó un argumento considerando los riesgos que este podría tener dentro de una cárcel del estado.

La defensa de Germán Reyes se inconformó de que su cliente estuviera preso en otro estado porque se complican los procesos para la adecuada defensa.

Ante las consideraciones, la jueza concedió la prisión preventiva justificada ordenando que Germán Reyes fuera recluido en el Cereso de Chilpancingo pero en un espacio especial en el que no tuviera contacto con ningún otro recluso para salvaguardar su integridad.

Además, concedió un plazo de 144 horas para las investigaciones complementarias y fijó la audiencia de vinculación para el próximo lunes a las 10 de la mañana.

Reprende jueza al ministerio público de la Fiscalía

Durante la audiencia, la jueza reprendió a la parte acusadora, es decir, al ministerio público, el hecho de que en todo momento trataron de vincular a Germán Reyes con la delincuencia organizada, formando parte del grupo delcitivo de Los Ardillos, pero en lugar de investigar esa línea y llevarlo a un juzgado federal, llevaron el caso sólo en materia de delito del fuero común por homicidio calificado.

Al inicio de la audiencia, luego de un receso de dos horas, la jueza advirtió «a las partes», pero en todo momento viendo del lado en el que se encontraba la parte acusadora, que no permitiría el tráfico de influencias en el caso, por lo que advirtió que si se intentaba daría vista a la Fiscalía General de la República. Esta advertencia la reiteró nuevamente al final de la audiencia.

Además, la jueza reclamó a la ministerio público que intentó cambiar su propuesta fáctica respecto a lo que presentó para solicitar la orden de aprehensión, por lo que solicitó que fuera otra fiscal al cargo la que presentara los hechos, sin embargo, esta reconoció en un receso fuera de la audiencia que no era su carpeta de investigación.

En al menos dos veces, la defensa de Germán Reyes pidió a la jueza que la parte acusadora no leyera el expediente, toda vez que al ser audiencia oral no estaba permitido.

Finalmente, la defensa pidió que la jueza facilitara un oficio para que un perito acudiera al centro de cómputo y resguardo documental del INE en el estado de Hidalgo, a fin de que se verificara la firma del testigo Domitilo Cándido Pila con la que tiene la Fiscalía en su carpeta de investigación.

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