Luis Guiovani, desaparecido en Chilpancingo, fue reclutado por el CJNG; podría estar en las fosas de Teuchitlán

Ángel Galeana/Chilpancingo

A Luis Guiovani Rodríguez de Aquino lo privaron de la libertad el 14 de junio del 2016 a sus 15 años en Chilpancingo. Fue reclutado por la fuerza, según su madre, Esther de Aquino, por el entonces grupo delictivo de Los Rojos, pero al paso de los años, fue visto por última vez en 2020 entregado despensas como parte del Cártel Jalisco Nueva Generación en el estado de Veracruz.

El atrzo descubrimiento de un campo de exterminio y adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación en el poblado de Teuchitlán, Jalisco, abrió una esperanza, sí, una esperanza a la señora Esther de Aquino de encontrar a su hijo, sin importar si está vivo o muerto.

La última vez que la señora Esther tuvo noticias de su hijo fue a través de un video difundido en internert. Apareció entregando despensas en la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz para el grupo criminal del Cártel Jalisco. La madre desconoce cómo es que su hijo estaba en las filas de la organiación, pero aseguró que fue de manera forzada.

Pese a que en el video su hijo aparece con un cubrebocas y una gorra, la señora Esther afirma que es él. Lo reconoció por sus manos, por su voz cuando respondió a un beneficiario de las despensas «gracias a usted».

La señora Esther asegura que en Guerrero la Fiscalía no ha hecho mucho por localizar a su hijo. La Alerta Amber duró apenas dos días activa y, cuando salió a la luz el video, le dijeron que se cerraba la carpeta porque quizá su hijo estaba por su gusto con el grupo criminal, sin emabargo, asegura que no es así, que fue obligado primero en Guerrero y después en Jalisco.

Desde hace 4 años que no tiene un nuevo indicio de su hijo. En la ciudad de Papantla, Veracruz, durante una brigada de búsqueda, un ciudadano reconoció a Luis Guiovani a través de una fotografía. Sólo le dijo que era de Chilpancingo y que llegaba a un puente, pero las autoridades que acompañaban la búsqueda decidieron no profundizar la investigación.

Por los antecedentes de que su hijo fue reclutado por el Cártel Jalisco, la señora Esther tiene la esperanza de encontrarlo en el rancho utilizado como campo de adiestramiento y muerte que el colectivo Guerreros Buscadores localizó en Teuchitlán.

«No deshecho la idea que pueda estar en cualquier lugar, puede estar en vida o puede no estar. El ministerio público me dice no podemos buscar en muerte, tiene que ser en vida, pero nadie me asegura que mi hijo siga vivo (…) Estoy pidiendo al ministerio público que busquen en los cuerpos, ya hablé con la comisión de búsqueda de Guadalajara pero no están dejando entrar a familias por los protocolos que se siguen y no han terminado los peritajes», comentó.

La información que ha recibido la señora Esther es que una vez que terminen los peritajes, las autoridades empezarán a difundir las prendas encontradas y los indicios para que los colectivos y las personas que tienen una familiar desaparecido puedan reconocer a uno de sus familiares.

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