Alberto Gómez/Chilpancingo
Unas 97 familias que viven en zona de alto riesgo en Chilpancingo y que sufrieron afectaciones en sus viviendas tras el paso del huracán John en septiembre pasado y por los recientes sismos registrados en la capital, pidieron ser reubicados por temor al colapso de sus hogares.
Se trata de personas que se asentaron en las partes bajas, medias y altas de los cerros que rodean Chilpancingo y que tras el paso de los fenómenos han sufrido afectaciones como el desgajamiento de algunas partes de sus viviendas.
Las familias anunciaron desde el pasado 24 de marzo que acudirían a la Ciudad de México para pedir a la presidenta Claudia Sheinbaum que atiendan sus demandas.
En un recorrido realizado este lunes por las zonas afectadas, se constató que las familias viven en zonas de alto riesgo.
Los afectados viven en las colonias José María Pino Suárez, Ampliación Nuevo Horizonte, San José, Leonardo Bravo, Ignacio Manuel Altamirano, Los Tanques y Las Pilitas, al norponiente de la capital.
Es el caso del señor Vicente, quien lleva más de 20 años viviendo prácticamente en las faldas del cerro, en la colonia Nuevo Horizonte.
«No estaba así este paredón, estaba más para allá, por eso no se pavimenta, porque se lo está comiendo, todo se está derrumbando», comentó.
— ¿Ha pensado buscar otro lugar?, se le preguntó.
«Pues a dónde, si no hay dinero», contestó
La señora María Cervantes Díaz, una mujer de la tercera edad de la colonia Los tanques, comenzó a escarbar con un pico la parte del cerro que se derrumbó sobre su vivienda para poder regresar a su casa, en la que aseguró lleva viviendo más de 20 años.
Desde septiembre del año pasado, doña María se fue a vivir a un refugio que fue instalado en esa misma colonia tras el derrumbe del cerro sobre su vivienda.
De acuerdo con el titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil Guerrero, Roberto Arroyo Matus, hay identificadas 32 colonias asentadas en zona de alto riesgo a las que se les notifica sobre el peligro que corren.
«La mayoría de las personas no avisan cuando se están asentando, normalmente son zonas justamente de alto riesgo, se trata de laderas, o zonas aledañas a barrancas con cuerpos de agua, que pues en realidad son zonas de antemano ya detectadas de alto riesgo», explicó Arroyo Matus.
Dijo que regularmente realizan recorridos para detectar esos sitios y cuando se detectan, que ya son muchos en este año, «se les avisa, se les indica que no deben asentarse en esos lugares porque puede representar un peligro para su vida», señaló.