Alberto Gómez/Chilpancingo
Familiares, amigos, empleados y compañeros de trabajo, despidieron entre gritos de exigencia de justicia a César Alejandro Ovando Molina, asesinado el sábado dentro del bar La Martina, negocio del que se ha informado, era copropietario.
Alrededor de las 10:30 de la mañana, el cortejo fúnebre llegó al Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense (HMNG), en donde le realizaron un homenaje y despedida.
Ahí, lo reconocieron como un buen compañero de trabajo que se distinguía por su ardua labor y entusiasmo para realizar sus actividades.
Posteriormente, el cuerpo de César Ovando fue llevado hacia La Martina, lugar donde fue despedido por sus trabajadores. Fue en este bar donde la noche del sábado fue asesinado.
Finalmente, el cortejo fúnebre llegó al panteón central donde fue acompañado por decenas de personas que conocieron al joven empresario. Ahí se realizó una misa de cuerpo presente para después sepultarlo.