Ángel Galeana/Chilpancingo
El ex gobernador Ángel Aguirre Rivero reconoció que el caso Ayotzinapa ha sido una losa «muy fuerte» que ha cargado durante casi 11 años, pese a que, afirmó, no tuvo ninguna participación en la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, y tampoco tuvo información que pudiera evitar los ataques.
Aguirre Rivero reapareció es jueves en un reunión con el Grupo Solidaridad de Acapulco para hablar sobre sus memorias como gobernador. Respecto al caso Ayotzinapa, que finalmente le costó el cargo dado que tuvo que pedir licencia en medio de fuertes protestas en Guerrero y en la Ciudad de México, aseguró que ya ha declarado todo lo que tenía que informar ante la Fiscalía General de la República, instancia a la que se dijo dispuesto a regresar las veces que le sea solicitado.
Reconoció que pese a que tiene todos sus derechos a salvo, como ciudadano y como político, la «losa» de Ayotzinapa le ha pesado moralmente porque su familia no está preparada para enfrentar la situación.
«Obviamente que para mí ha sido una losa que he venido cargando, ha sido muy fuerte, me ha pesado mucho prácticamente 11 años. A pesar de que no tengo ningún impedimento para realizar cualquier trámite, mis derechos están totalmente consagrados, yo puedo participar en cualquier cargo de elección, no tengo ningún problema de esa naturaleza, pero moralmente me afectó mucho, muchísimo, todavía me sigue afectando (…) uno está preparado como político para eso y para más, pero no la familia, no los hijos, no la esposa, entonces, yo se lo dejo al tiempo», comentó.
Aguirre Rivero dijo tener confianza en que el nuevo Fiscal a cargo del caso Ayotzinapa aclare los hechos. Dijo ser el más interesado en que se conozca el paradero de los 43 y que se haga justicia.
El ex gobernador secundó al vocero de un grupo de padres de los 43, Felipe de la Cruz, quien esta mañana planteó que deben ser llamados por la Fiscalía los funcionarios del ex presidente Enrique Peña Nieto, como Miguel Ángel Osorio Chong, que fue secretario de Gobernación, el ex titular de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, o el ex director del Cicen, Eugenio Ímaz Gispert, quienes nunca han declarado, a diferencia de quienes fueron funcionarios en Guerrero, entre ellos él, y el ex procurador Iñaky Blanco Cabrera.
En entrevista posterior a su participación con la asociación civil, el ex gobernador calificó como triste y lamentable que la ex presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Lambetina Galeana Marín – quien ejerció durante el mandado de Ángel Aguirre-, haya sido detenida por su probable responsabilidad en el caso Ayotzinapa, «ojalá que pronto le den libertad».
Reiteró que su consciencia está «absolutamente tranquila» por la desaparición de los 43 normalistas pero acató: «no sé cómo puedan actuar las autoridades fiscales».