Ángel Galeana/Chilpancingo
Integrantes de la policía comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Fundadores (CRAC-PC-PF) denunciaron que ayer se registró un ataque armado en su contra que dejó como saldo 3 muertos, 7 heridos y 17 detenidos en la comunidad de Ayahualtempa, perteneciente al municipio de Chilapa.
A través de un comunicado señalaron que ayer por la mañana, los integrantes de la CRAC-PC-PF y del Consejo Indígena Y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata llegaron a Ayahualtempa para realizar una asamblea que las autoridades de la localidad solicitaron con el fin de abordar el tema de coordinación entre las comunidades de Amatitlán, Ayahualtempa y los Pueblos Fundadores.
Señalaron que al llegar fueron recibidos con ataque armado perpetrado por el grupo criminal de Los Ardillos que operaba en Ayahualtempa.
Durante la balacera que se prolongó por 10 horas intervino el Ejército, Guardia Nacional y Policía Estatal quienes lograron detener a 3 presuntos delincuentes. La policía comunitaria reportó que también detuvo a 14 agresores, entre ellos a Luis Morales Rojas, a quien señalan de autodenominarse líder de la policía comunitaria de Ayahualtempa.
Informaron que los 3 muertos eran integrantes de la policía comunitaria, entre ellos el hijo del comisario de Amatitlán, cuyo nombre no revelaron argumentando cuestiones de seguridad.
«Entre el ataque también tres balas impactaron a la camioneta proveída por el Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas al compañero Jesús Plácido Galindo quien estaba en el pueblo dando acompañamiento a las comunidades y sus autoridades en su función de defensor de derechos humanos, de los pueblos y del territorio. Esto se califica como un atentado directo en contra de la integridad física del promotor y sus escoltas del Mecanismo», señala el comunicado.
Tras los enfrentamientos, la CRAC-PC-PF y el Consejo Indígena y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) informaron que tomaron el control de Ayahualtempa y expulsaron al grupo delictivo de «Los Ardillos», entre ellos «su cabecilla Evaristo Bolaños de Jesús ‘El Mariguano’ o ‘El Maizero’, quien tenía sometido a la población y las autoridades municipales de Ayahualtempa y quien extorsionaba, asesinaba, violaba y secuestraba a compañeros y compañeras para entregarlos al grupo de crimen organizado».
Defendieron que el actuar de la CRAC-PC-PF y de CIPOG-EZ de basa en su derecho como pueblos indígenas a la autodeterminación y de regirse bajo usos y costumbres, según el Artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y la ley 169 de la OIT.