José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de tercera división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte.
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Hoy en día se tienen algunas vacunas ya aprobadas en el mundo para empezar a inmunizar a la mayoría de la población, se han dividido en varios bloques de aplicación, sin embargo en México el panorama aún es incierto.
Como sabemos el virus del Covid-19 ha causado diferentes estragos en la sociedad, muchas pérdidas de vidas humanas, problemas económicos y sociales, desintegración familiar, miedo, un sin fin de sentimientos y emociones, pero hoy en día podemos ver una luz en el camino a través de la aplicación de estas vacunas.
En ese sentido, surgen varias interrogantes: ¿Qué pasará? ¿Será posible que nos toque el poder aplicarnos la vacuna antes de que nos enfermemos? ¿La vacuna tendrá algún efecto adverso?
No obstante, es nuestra responsabilidad seguir cuidándonos, tener las medidas de higiene adecuadas, con el lavado de manos y uso de cubre bocas y caretas, pero sobre todo seguir con el distanciamiento social.
También se abre una luz en el camino con un micronutrimento muy especial que es la vitamina D, que de acuerdo a diferentes investigaciones tiene un efecto protector al contraer la enfermedad del Covid-19.
Científicos de la North South University (Bangladesh) decidieron recopilar varias investigaciones y tras revisar más de 50 estudios, concluyeron que la vitamina D puede servir como un efecto mitigante para la infección, la gravedad y mortalidad del Covid-19; encontraron que aquellos pacientes que tenían altos niveles de vitamina D y contrajeron el virus sólo manifestaron síntomas leves.
Por el contrario, en aquellos pacientes que tenían un bajo nivel de vitamina D se registró una probabilidad de 5,84 veces mayor de que al contraer el Coronavirus acabaran muriendo por la enfermedad, es por ello que hablaremos sobre cómo obtenerlo y en que alimentos los podemos encontrar.
La vitamina D está representada por dos compuestos liposolubles: vitamina D3 (colecalciferol) y la vitamina D2 (ergocalciferol). La vitamina D3 es producida en la piel del ser humano y de otros animales.
Existen dos vías para obtener la Vitamina D, una es a través de la exposición solar –con un tiempo de 15 a 20 minutos podríamos obtener (200 UI)– y otra es mediante nuestra dieta o suplementación, por eso la nutrición juega un papel muy importante para poder tener un sistema inmunológico fortalecido.
Fuentes alimentarias de vitamina D
Entre los alimentos que de forma natural contienen cantidades importantes de vitamina D se encuentran el aceite de hígado de bacalao y los pescados azules como el atún, salmón y sardina. Cantidades menores las aportan el hígado de ternera y la yema de huevo.
Los hongos o setas contienen cantidades apreciables de vitamina D2, dependiendo de la especie, se han encontrados valores que oscilan entre 1 y 2500 UI/100 g en peso fresco. En general los hongos silvestres tienen cantidades más altas que los cultivados, por ello muchos agricultores han incorporado la aplicación de radiación ultravioleta artificial durante la producción, con lo que han conseguido que el nivel de vitamina D en los champiñones cultivados sea similar o superior al de los silvestres
En algunos países, alimentos como la leche, el yogur y la mantequilla, derivados grasos, cereales de desayuno y pan, son enriquecidos con vitamina D2 y/o vitamina D3, para minimizar el riesgo de deficiencia.
Los alimentos enriquecidos representan la mayor fuente de vitamina D en la dieta, un vaso de leche enriquecido con la misma proporciona la cuarta parte de las necesidades diarias para un adulto.
Existe un examen de sangre que se llama 25-hidroxivitamina D, el cual nos puede dar un parámetro de como están los niveles de vitamina D en nuestro cuerpo, lo ideal es tener entre 30 y 50ng/ml, si estamos por debajo de este nivel, lo mejor es tener mayor exposición a los rayos solares.
Debemos mejorar nuestra dieta e incluir alimentos ricos en vitamina D como pescados azules: salmón o atún, carnes rojas, huevo, productos lácteos: yogurt, queso, leche. Esto sin duda nos ayudará a poder mejorar nuestros niveles de vitamina D y con ello, enfrentar de mejor manera este virus.