Ángel Galeana/Chilpancingo
Este miércoles se realizó la misa católica de 9 días en memoria del ex alcalde Alejandro Arcos Catalán, en la que el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, dijo que a Jesús se le hacen sacrificios grandes, pero también se le pide mucho, como la paz para Chilpancingo.
La misa se realizó en la Catedral de la Asunción a las 5 de la tarde, la cual estuvo llena de feligreses y simpatizantes de Alejandro Arcos Catalán. En primera fila estuvo su esposa, Sandra Solís Peralta y su hijo menor de edad. También estuvo la madre de Alejandro y sus hermanos.
Alrededor de la Iglesia hubo policías estatales para resguardar el perímetro de la Iglesia. Adentro, al menos 3 escoltas vestidos de civil se hicieron cargo de la seguridad de la familia de Arcos Catalán.
No llegó a la Iglesia el alcalde Gustavo Alarcón Herrera, quien hace 6 días rindió protesta al cargo. Quienes sí llegaron fueron los perredistas Mario Ruiz Valencia, quien es dirigente del partido, el ex diputado Bernardo Ortega Jiménez, la ex diputada Erika Alcaraz Sosa, y la ex diputada Yanelly Hernández Martínez, todos perredistas.
También se vio al final de la misa a Jorge Salgado Parra, quien compitió en el pasado proceso electoral por la alcaldía de Chilpancingo en Morena.
En su sermón, el obispo José de Jesús González Hernández señaló que a Alejandro Arcos «no nos lo quitaron, nosotros lo ofrecimos», haciendo referencias a los sacrificios que se hacen a Dios.
En ese sentido, señaló que los sacrificios son grandes, pero también se le hacen muchas peticiones, entre ellas, la paz para Chilpancingo.
«Hemos estado ofreciendo también dentro del sacrificio de la ofrenda que es a Jesús, al padre, ponemos también a nuestro hermano Alejandro (…), le pedimos mucho, a cambio Padre, del sacrificio que te ofrecemos, pedimos la paz en la cual trabajó Alejandro, la paz de esta ciudad», comentó.
Fue hasta este novenario que la esposa de Alejandro Arcos, Sandra Solís, emitió un mensaje, en el que llamó a la ciudadanía a sembrar la semilla de la paz.
«Qué esa semilla de paz y de amor la llevemos a nuestros hogares, a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros hermanos, a todos los ciudadanos. Que siempre brille el amor que él ha sembrado en ustedes», pidió.
En la iglesia se rindió un minuto de aplausos a la memoria de Alejandro Arcos. Nadie lo solicitó, surgió espontáneo luego de que Sandra Solís dirigiera su mensaje.