Ángel Galeana/Chilpancingo
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que tras el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, revisarán todas solicitudes de presidentes municipales que han pedido seguridad, en ese estado y en toda la República.
En la conferencia de esta mañana, a la presidenta se le preguntó sobre la postura que asumió el alcalde de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, tras el asesinato de Carlos Manzo, a través de un comunicado en el que pidió que se garantice la vida «de quienes servimos en territorio».
Sheinbaum Pardo aseguró que en todos los casos el gobierno federal brinda apoyos, pero tras el asesinato del alcalde de Uruapan harán una revisión de todos los casos en los que los presidentes municipales han pedido seguridad.
«En todos los casos se brinda apoyo a los presidentes y presidentas municipales, ahora con lo que vivimos en Uruapan con el alcalde Carlos Manzo se va a revisar en particular Michoacán qué otras protecciones y mecanismos de seguridad adicionales necesitan todos aquellos que han solicitado seguridad, igual que en toda la República», indicó.
Además del alcalde de Chilpancingo que pidió que se garantice su vida, ayer la diputada presidenta de la Comisión de Seguridad del Congreso, Pilar Vadillo Ruiz, reveló que 3 alcaldes pidieron seguridad ante el temor de ser víctimas de la delincuencia, pero les fue negada por el ex secretario de Seguridad Pública del Estado, Josué Barrón Sevilla.
Por otro lado, a la presidenta se le preguntó qué avances hay acerca de asesinato del ex alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, a más de un año del homicidio, si existen más militares involucrados o sólo Germán Reyes Reyes, quien es el único detenido hasta el momento, y quien es militar inactivo.
La presidenta dijo que pedirá al gabinete de seguridad que informe el próximo martes sobre el caso. Adelantó que no hay otros militares involucrados en el asesinato de Alejandro Arcos.
Respecto a los asesinatos de políticos en el país, la presidenta justificó que cada caso es diferente, y «no puede decirse» que hay una guerra declarada del crimen organizado a los gobiernos, «en algunos casos (asesinatos) no tiene que ver con el tema de ser autoridad sino porque había implicación dentro de la delincuencia organizada».