Alina Navarrete Fernández
Tlapa de Comonfort. 9-Agosto-2019
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan busca la creación de un Mecanismo Extraordinario para garantizar justicia a “las víctimas del pasado y del presente”, así lo expresó el director Abel Barrera Hernández en una entrevista en el foro «Palabras de vida, caminos de esperanza» que se llevó a cabo en la Casa Católica de Tlapa con motivo del 25 aniversario del Centro.
“Estos 25 años para nosotros representan un desafío, queremos hacer este balance de estos años, pero sobre todo, con el balance de las víctimas de las luchas que han costado tanta sangre. Sigue habiendo un patrón de impunidad que no se ha podido revertir a pesar de un sin número de esfuerzos que se han logrado, tanto de las víctimas como de las iniciativas de Gobierno”, señaló Barrera Hernández.
Ejemplificó el caso de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (Femospp) – creada durante el sexenio del presidente Vicente Fox Quesada – y de la Comisión de la Verdad de Guerrero.
“Queremos que esto (el foro) sea una reflexión de quienes han estado luchando y, como Tlachinollan, poder acuerpar estas luchas que están muy dispersas, que también están muy ignoradas” dijo.
Añadió que el centro pretende ver “hasta dónde se puede crear un Mecanismo Extraordinario para que se garantice justicia a las víctimas del pasado y del presente, es algo muy importante y creo que estos 25 años pueden ser una síntesis de todas estas luchas, pero al mismo tiempo,de ir viendo al futuro, un futuro con justicia y con verdad”.
La Tierra que Arde
Tlachinollan es una palabra náhuatl cuyo significado etimológico es “Los campos quemados” o “La tierra que arde”. De manera histórica Tlachinollan se refiere a un reinado que se dio en el valle de Tlapa de Comonfort en el que hubo un gobierno dual liderado por dos jefes étnicos que tenían alianzas con pueblos de la costa, en ese periodo hubo enfrentamientos que originaban incendios en los cerros. Los grupos lograron conciliar entre sí y sus guerreros no se rindieron ante quienes pretendieron invadirlos.
Con el paso de los años la historia se perdió, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña retomó el nombre de Tlachinollan con el fin de recuperarla para no perder la perspectiva y esa raíz que lo nutre.
“Tenemos que tomar en cuenta fuertemente la cultura, la historia y sobre todo, la forma de organización de los pueblos. Creo que ha sido muy valioso y hemos aprendido muchísimo en estos 25 años de la gente que sabe vivir en comunidad” dijo Barrera Hernández al recordar el origen del centro que surgió como una iniciativa de comunidades que no contaban con un espacio para canalizar demandas básicas en materia de educación, salud y justicia.
En los años 90 hubo una efervescencia del movimiento indígena en Latinoamérica, en Guerrero surgió el Consejo Guerrerense 500 años de Resistencia Indígena y fue así que en Tlapa se vio la necesidad de crear un Centro de Derechos Humanos de la Montaña, “ciudadano e independiente, cercano a las víctimas y comprometido con las causas del pueblo” que contó con el respaldo de distintas personalidades, académicos y organizaciones sociales.
Actualmente el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan cuenta con 26 trabajadores y abogados de origen náhuatl, tu’un savi y me’phaa así como la región Montaña que también tienen el apoyo de voluntarios de la Ciudad de México y de otros países como Alemania, Inglaterra y Francia, lo cual enriquece su labor para “hacer frente a las autoridades que no garantizan justicia”.
También cuenta con oficinas en Tlapa, Ayutla y Chilpancingo.