Ángel Galeana/Chilpancingo
El Santuario Cuacolandia en el estado de Puebla es a donde llegaron los caballos que terminaron su vida de trabajo jalando una calandria en Acapulco. Con visibles huellas de maltrato, los equinos arribaron a un paraíso en donde estarán alimentados y cuidados.
Los caballos llegaron ayer 18 de marzo tras pasar unos días en revisión médica. La Asociación Patitas Felices documentó el arribo al Santuario, en donde hay grandes espacios de terreno verde, y caballerizas para albergarlos.
La fundadora del Santuario, Elena Larrea, dijo que llegaron 42 caballos, los cuales habían pasado una serie de pruebas para aprobar su arribo.
Los caballos fueron sacados de las calles de Acapulco el pasado 10 de marzo. Alrededor de 70 años duró la tradición de las calandrias jaladas por caballos, actividad que generó diversas denuncias de maltrato animal.
Las autoridades se tardaron cinco años en hacer cumplir la ley de Bienestar Animal, la cual se aprobó en el Congreso de Guerrero en 2014, a partir de la cual se prohibieron que las calandrias fueran jaladas por caballos, sin embargo, los concesionarios no sacaron a los equinos de las calles, y ni el Gobierno de Acapulco, ni el del estado los obligó.
Fue después de una serie de negociaciones y la presión de activistas que las autoridades entregaron motocicletas a los concesionarios de las calandrias para que cambiaran a los caballos.