Ángel Galeana/Chilpancingo
Comerciantes operan con 90 por ciento de pérdidas en Chilpancingo
Comerciantes de Chilpancingo aseguran que están operando con alrededor del 90 por ciento de pérdidas, por lo que pidieron una reunión con autoridades para echar a andar un plan económico que les permita solventar la crisis generada desde hace aproximadamente dos semanas por el Coronavirus.
Se integraron como Grupo de Comerciantes Independientes de Chilpancingo, y dieron una conferencia de prensa este medio día en el quiosco del barrio de Tequicorral, con la finalidad de hacer un llamado público a autoridades de los tres órdenes de Gobierno para que se reúnan, toda vez que el ayuntamiento de Chilpancingo no ha respondido la solicitud de diálogo que le hicieron llegar.
El presidente de los comerciantes, Carlos Herrera, dijo que los comerciantes que mantienen abiertos sus negocios tienen la intención de ayudar a enfrentar la crisis, pero necesitan el respaldo del Gobierno.
“Estamos en la disposición de ayudar, pero queremos ser escuchados para que podamos trabajar y salir adelante en esta contingencia que se está viviendo. Bien sabemos que muchos comercios están cerrando bajo ciertas circunstancias y no hay para resolver gastos, sin embargo, nuestros agremiados que son más de 150 agremiados, hemos platicado con ellos y estamos en disposición de apoyar, pero ser apoyados, hay que trabajar juntos, queremos externar nuestras preocupaciones y nuestros apoyos también que tenemos”, dijo.
Carlos Herrera consideró que el decálogo de medidas económicas anunciado en días pasados por el gobernador Héctor Astudillo para enfrentar la crisis no es suficiente para los comerciantes, porque tiene medias que no son viables para ellos, como los créditos bancarios.
“Como comerciantes no son suficientes, hay un plan de desarrollo, nos dicen que hay préstamos económicos bancarios, pero si sabemos la situación del comercio, y la mayoría que es de Chilpancingo sabe que un préstamo bancario es un riesgo”, dijo.
Los comerciantes no hicieron un planteamiento concreto sobre los puntos que tendrían que llevar un plan económico local. Señalaron que quieren escuchar a las autoridades y ser escuchados para que en conjunto echen a andar medidas que rescate el comercio en la ciudad.
Rafael Meneses, del pasaje gastronómico Burócratas, que se ubica frente a las oficinas centrales de la Secretaría de Salud estatal, ejemplificó que de 7 trabajadores que tenía, ahora tiene a una porque no tiene los ingresos para pagar al resto. “No tengo solvencia, rento, impuestos, los insumos que subieron bastante; entonces, como dice el compañero, queremos ser escuchados”.
Ejemplificó que una de las medidas que podrían implementar los comerciantes sería bajar el precio de sus productos; en su caso que vende comida, ponerla a mitad de precio, pero para que eso pase necesita que haya un respaldo de las autoridades y que la cadena insumos no aumente precios, como los vendedores del mercado.
Indicó que si no reciben apoyo gubernamental es muy probable que se cierren los negocios, debido a que no tienen alternativas en apenas dos semanas que se implementaron las medidas de seguridad en Chilpancingo.
Por otro lado, Víctor Garcia, hizo un llamado a los dueños de los locales que son rentados por los comerciantes a que bajen sus costos durante la contingencia, de los contrario, advirtió que tendrán que abandonarlos por no tener los recursos para pagar los altos precios de renta de inmuebles que hay en Chilpancingo.
“Como comerciantes dependemos de arrendadores, hacemos un llamado a los arrendadores que se concienticen, que bajen costos de ser posible porque nos si no vamos a dejar los locales, se van a quedar sin su sustento y nosotros también. Van a acabar con el comercio de Chilpancingo, porque nosotros no vamos a poder subsistir. En Chilpancingo las rentas son elevadísimas, pagamos rentas muy caras, si nos siguen cobrando ese tipo de rentas no vamos aguantar 15 o 20 días”, advirtió.
Dijo que en su caso no ha despedido a trabajadores, pero están laborando un día sí y un día no, lo que significa la disminución de al menos el 50 por ciento de salario de sus empleados.