Ángel Galeana/Chilpancingo
“Fue media hora de enfrentamiento entre los comunitarios y aquellos” Todo fue muy rápido, los niños dormían, los quité de la ventana. Había mucha gente todo esto”.
Así es como narra José, un padre de familia que habita en la zona del enfrentamiento, lo ocurrido anoche entre los policías comunitarios de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y un grupo delictivo, al que los guardias civiles identifican como “Los Ardillos”, en la comunidad de Buenavista, Chilpancingo.
El hecho ocurrió alrededor de las 23:30 horas y terminó al filo de la media noche. “primero fue una emboscada, después estos pidieron refuerzos y se hizo el enfrentamiento, todo fue ahí en la barda”.
“Se escuchó muy fuerte, yo tenía miedo por mis hijos porque estaban en las ventanas, y pues las ventanas están bajitas, siempre estuvimos con miedo”, recuerda José.
Habita una de las pocas casas de lo que “todavía” es la colonia Vista Hermosa. Él y su familia fueron testigos de cómo la calma de la noche se transformó de pronto en fuertes tronidos de disparos de rifles de alto poder.
Más que ver, escucharon lo que sucedía. Cuando sonaron los disparos se escondieron en las zonas más seguras de la casa para que no les alcanzara una bala perdida. Ahí permanecieron refugiados hasta que todo acabó.
La versión de José sobre la emboscada coincide con la del comandante de la UPOEG en la comunidad, Mario Zamora. En su base de la comunitaria ubicada a bordo de la carretera Chilpancingo-Acapulco, y en medio de un ostentoso operativo que montaron elementos de la Guardia Nacional, Policía del Estado y de la Ministerial, señala que sus compañeros fueron atacados.
“Estaban en un recorrido de los que hacemos a pie cuando les dispararon”, cuenta brevemente sobre lo ocurrido. Dice, a pregunta de reportero, que los responsables del ataque son “Los Ardillos”.
Lo zona del enfrentamiento es hacia las orillas de la comunidad, en la colonia Vista Hermosa. Es en un camino de terracería conocido por los pobladores como “la calle rumbo al panteón”. Alrededor hay pocas casas y el resto es terreno de siembra o lotes baldíos. Entre todo, un perímetro embardado con tabiques, donde fue la balacera.
Esta mañana, 10 horas después de lo ocurrido, en el camino de terracería siguen las manchas de sangre. Pareciera que alguien caminó escurriendo porque los rastros son gotas en hilera que desaparecen de repente, entrecubiertas por el polvo.
En este lugar murió un policía comunitario a causa de los disparos que recibió, de manera preliminar se sabe que al menos uno más resultó herido.
A decir de los vecinos, si los agresores no son originarios de la localidad, entraron por la Autopista del Sol, la cual se ve a la distancia desde donde ocurrieron los hechos. “Ahí dejan sus trocas y entran caminando”.