José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de tercera división profesional Los avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte.
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Hoy en día toma mucha más relevancia la necesidad y prioridad de tener una herramienta más significativa y útil para poder tener información nutricional clara y objetiva que permita al consumidor poder decidir qué alimentos comprar y si cumplen con su requerimiento o criterios de salud de cada consumidor.
Recordemos que la reciente pandemia de COVID-19 ha dejado ver de manera más significativa la importancia de tener un buen peso para la estatura, un buen porcentaje de grasa, una circunferencia de cintura adecuada, es decir, un estado nutricio óptimo para evitar tener aún más complicaciones si llegáramos a infectarnos del virus Covid-19.
Es cierto que una sola medida no es suficiente para combatir problemas de salud tan graves como lo son la obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol o triglicéridos altos que son, en la mayoría, enfermedades crónico degenerativas que van afectando nuestro cuerpo de una manera gradual, y cada vez estas enfermedades son más frecuentes a edades más tempranas e incluso ya las presentan algunos niños en varias partes de la República en México. Sin embargo, el logar que se lleve a cabo el etiquetado claro en los productos es un gran paso para desmonopolizar a la industria de alimentos ultraprocesados, una buena jugada para evitar que se siga vendiendo fantasía, mala información por estos alimentos ultraprocesados y dar paso a consumir productos de mayor calidad nutrimental y productos más naturales.
El etiquetado es la única información a la que puede acceder un consumidor sobre el alimento y la bebida que se lleva a su boca antes de consumirlo.
Durante más de 9 años los mexicanos hemos tenido un etiquetado incomprensible y engañoso. Nos ha puesto una venda sobre los ojos y nos ha mantenido en la ignorancia sobre el riesgo de los productos que comemos. Es por ello que sigue vigente el pensar que los jugos embotellados son más saludables que los refrescos, cuando en realidad tienen la misma cantidad de azúcar, simplemente es un mito que sean más saludables y así pasa con un sinfín de productos que se pueden encontrar en el mercado.
Según estadísticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE,2019) los mexicanos perdemos 4.2 años de vida en promedio debido a la obesidad; lo que provoca un costo a la sociedad de 5.3% del producto interno bruto.
El etiquetado claro nos ayudará a combatir la epidemia de la obesidad-ya que en México 1 de cada 3 niños y 7 de cada 10 adultos la padecen- a tomar decisiones verdaderamente informadas, ayudará a disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados, servirá para que los niños y niñas puedan entender el etiquetado y que no sean influenciado por imágenes o personajes para su consumo.
Como era de esperarse, el sector de la industria de alimentos ultraprocesados se resiste a este cambio porque sin duda podría afectar sus ventas e intereses comerciales, pero tengo la esperanza de que las autoridades no den ninguna concesión y se aplique la ley para informar sobre todos los productos que se venden.
Pienso que el etiquetado claro es un buen paso para la lucha contra las otras epidemias en México y hoy en día se habla de regresar a una nueva normalidad que, sin duda, tiene que ir acompañada de estrategias y políticas públicas que generen ambientes más saludables para la población y valoren aún más la nutrición y el ejercicio, porque al final de cuentas son dos requisitos indispensables para tener una buena salud física.
Recuerda comer sanamente, come Equilibrato, hasta pronto.
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