Edgar de Jesús/ Tecpan. Colaboración Especial
Marcelo Casarrubias Bautista, padre de familia que perdió a tres integrantes de su familia arrastradas por la creciente del arroyo en la parte alta del municipio de Tecpan, pidió apoyo a las autoridades, así como de la ciudadanía, para regresar a su tierra y sepultar a su esposa e hija.
Además, don Marcelo debe seguir con la búsqueda de su pequeña hija de cuatro años, que aún se encuentra desaparecida.
A bordo de un vehículo y acompañado de su hijo sobreviviente, dijo que su familia fue arrastrada por el caudal del arroyo de “La Mona”. Su esposa y dos hijas murieron.
Con lágrimas en los ojos, Don Marcelo pidió ayuda para continuar con el rescate de la menor de edad y, también, para poder trasladar los cuerpos de su esposa e hija al municipio de Zitlala para ser sepultadas.
“Buscarle para enterrar a mi familia, es lo primero. Yo recibo el apoyo, nunca sabe uno, perdí a mi familia, dos chamaquitas y una señora, rescaté a un chamaquito el que traigo aquí”, contó don Marcelo.
Narró que, después de que su esposa e hijas fueron arrastradas por el arroyo, habitantes de la localidad y ejido de Cordón Grande, ayudaron con las labores de búsqueda y de rescate de una de sus pequeñas hijas y su esposa, además de que continúan los trabajados de localización de una más de sus hijas.
“Buscamos y no encontramos, ya era tarde, ya nada más encontramos a una chamaquita –la más pequeñita-, los demás ya encontraron a mi mujer, falta una chamaquita de cuatro años” , comentó.
El pasado jueves, los integrantes de la familia se dirigían a la cabecera municipal de Tecpan provenientes de la localidad de Fresnos de Puerto Rico, cuando una tromba de agua provocó el aumento del caudal del arroyo del cerro de “La Mona».
La familia intentó cruzar una corriente de agua y ocurrió la tragedia.
El sobreviviente manifestó que él y su hijo Erick lograron salir, pero su esposa Marcelina “N”, y sus hijas Elisa de año y medio y Mireya de 4, fueron arrastradas por la corriente.
Marcelina y Elisa fueron localizadas muertas, y la niña Mireya sigue desaparecida.