Alina Navarrete Fernández/Acapulco, Gro.
Desde su casa en la Colonia Vacacional, Carlos Humberto Escobar Bustos, «Charly», se traslada hasta la Playa Papagayo de Acapulco, donde recorre la Avenida Costera Miguel Alemán ofreciendo a los transeúntes tacos de guisado, con su venta genera ingresos para cuatro familias.
El 2020, debido a la pandemia, fue un año complicado para Charly, su esposa Nayeli Esteban Cristino y sus hijas, Karla Yareli y Génesis, debido a que sus ventas disminuyeron drásticamente por la poca afluencia turística.
Nayeli se encarga de cocinar barbacoa, mole, chicharrón, salpicón, arroz y otros guisados; mientras que Charly se encarga de montar un puesto semifijo frente al Parque Papagayo.
Acapulco es un destino turístico que cuenta con una amplia variedad de hoteles y restaurantes a los que pueden acceder todo tipo de familias, hay opciones para cada presupuesto, incluso para quienes son de bajos de recursos.
Son precisamente las familias con menos recursos las clientes de Charly, quien se prepara con unas 200 órdenes de tacos que cuestan 27 pesos cada una para vender desde las 9 de la mañana hasta que le termina la comida.
«Gracias a Dios nos está yendo bien, estamos vendiendo, aquí con el turismo ahí vamos, sí tuvimos ese momento en la pandemia, de baja (venta), pero gracias a Dios, aquí estamos», expresó Charly mientras se preparaba para dar por terminada su jornada laboral el último día del año.
Charly dice que actualmente, la mayoría de personas ya están vacunadas contra la Covid-19, con esto «quiero pensar que ya ya bajó el contagio» y por ello hubo condiciones para la reapertura del puerto.
«Me siento contento, la verdad, contento porque el año pasado mucha gente no estuvo con su familia como hubiera querido estar, unidas, y pues ahora ya lo podemos hacer, gracias a Dios», dijo.
que representan el trabajo e ingreso de su familia.