Ángel Galeana/Chilpancingo
La gobernadora Evelyn Salgado Pineda reveló que “a lo mejor” hubo personas que “querían sangre derramada o que hubiera confrontación” durante la retención que pobladores de Petaquillas hicieron a elementos del Ejército y de la Policía del estado, por lo que advirtió que su administración continuará apostando al diálogo para la solución de conflictos.
Declaró que se tendría que revisar la condición de legalidad en la que opera la policía comunitaria de Petaquillas, al considerarse una zona suburbana y no indígena o afromexicana, y reveló que tienen identificados a personajes que pretenden desestabilizar su administración, a quien les hizo un llamado a que sumen a las acciones por el bien del estado.
La gobernadora acudió esta mañana a la comunidad de El Palmar, en el municipio de Eduardo Neri a entregar 7 mil 500 plantas para reforestación en municipio de Eduardo Neri, Leonardo Bravo y Atlixtac, y a la firma de un convenio entre Semaren y la Comisión Estatal de Derechos Humanos denominado “una sola tierra”.
En entrevista al término del evento, explicó que ayer hubo presencia policiaca en la comunidad de Petaquillas con fines de disuasión, y consideró posible que hubiera personas que deseaban hechos de violencia durante el conflicto.
“El movimiento que hubo fue de disuasión pero nunca de buscar una confrontación. Había, alomejor, yo creo, algunas personas que querían sangre derramada, que querían confrontación, pero nosotros siempre seremos un Gobierno que le va apostar al diálogo, agotar todos los recursos”, comentó.
Salgado Pineda señaló que en Petaquillas continuarán trabajando a partir del diálogo entre las partes y se informará a través de comunicados de la Mesa Estatal de Coordinación los avances que tengan.
A pregunta de una reportera sobre qué hará el Gobierno del estado para atender la zona de Petaquillas en donde históricamente se han reportado conflictos, la Gobernadora indicó que muchas veces se ha cuestionado a presencia de la policía comunitaria en una región que no es considerada indígena ni afromexicana, sino suburbana, por lo que tendrán que revisar la legalidad de su operación.
“Se tendría que revisar qué tan viable es, qué tan dentro de la ley es que esté una policía comunitaria en ese lugar, respetuosamente en mesas de diálogo, se tiene que determinar esa situación”, comentó
Reiteró que en todo momento estarán abiertos al diálogo y respetando los derechos humanos de todas las personas involucradas en el conflicto, y con todas las comunidades.
Al preguntarle sobre quiénes son los que intentan desestabilizar su gobierno en hechos como el bloqueo la Zapata el pasado domingo, como señaló ayer en el municipio de Tixtla, dijo que tienen identificados y saben que hay quienes están detrás, “a veces” de bloqueos que se hacen el estado que intentan desestabilizar a la entidad, a quienes les envió un mensaje: “que se unan a esta transformación, porque en nada ayuda a la pacificación, a la estabilidad, que estén, alomejor, actores, ya sean políticos o de otra índole tratando de desestabilizar”.
Señaló que no es un proyecto solo de la gobernadora o de un partido, sino de un equipo que buscan mejorar condiciones en el estado.