Dra. Alma Delia Eugenio Alcaraz es licenciada en Derecho por la UAGro, maestra en Derecho Constitucional y Electoral por la Universidad Americana de Acapulco y doctora en Ciencia Política por el Instituto Internacional del Derecho y del Estado. Actualmente es magistrada del Tribunal Electoral del Estado y se ha desempeñado como consejera del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), asesora en materia legislativa, entre otros cargos. También es conferencista en materia electoral, constitucional y de género.
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El pasado 27 de junio fui invitada por la Diputada Gabriela Bernal Reséndiz, Presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género del Congreso del Estado de Guerrero y por Muriel Salinas Díaz, Coordinadora de la Red para el Avance Político de las Mujeres Guerrerenses a participar en el Foro la Fuerza Política de las Legisladoras Mexicanas.
En dicho evento, se presentó y comentó el documento denominado Índice de Fuerza Política de las Legisladoras en los Congresos Locales de México (IFPL), desarrollado por Buró Parlamentario[1], en el cual se analiza la presencia de las congresistas en puntos clave del proceso legislativo (electas en 2019, 2020, 2021) y el alcance político de su liderazgo dentro de las estructuras de las 32 asambleas subnacionales de nuestro país.
Esta instrumento como lo señaló una de sus Coordinadoras, Adriana Báez Carlos, fue elaborado con miras a contribuir a los esfuerzos para acelerar la igualdad en la representación política y su objetivo, entre otros, es detectar los obstáculos que enfrentan las mujeres en los congresos para impulsar la agenda de la igualdad y la perspectiva de género en el presupuesto y las políticas públicas, visibilizar el nivel de avance en la igualdad del ejercicio de los derechos políticos dentro de los congresos de las entidades federativas, y aportar una base empírica para proponer ajustes normativos que garanticen un ejercicio igualitario de los derechos políticos en México.
Los hallazgos y resultados son sumamente interesantes y por ello, los comparto en esta entrega, con el reconocimiento y crédito a Buró Parlamentario.
El estudio considera cuatro componentes: legisladoras en el pleno; legisladoras presidiendo mesas directivas; legisladoras coordinando grupos parlamentarios y legisladoras presidiendo comisiones de visibilidad e impacto en el sistema político.
De acuerdo a los resultados de los valores obtenidos por estos componentes en general, los congresos locales de nuestro país tienen indicadores de paridad positivos en torno al porcentaje de legisladoras en el pleno, congresistas en comisiones y mujeres fungiendo como presidentas de mesas directivas, no así coordinando grupos parlamentarios e integrando juntas de coordinación política.
Tratándose de legisladoras en el pleno, con la renovación de 30 legislaturas estatales el 6 de junio de 2021, las mujeres ocupan 593 escaños (53.2%), los hombres 507 (45.5%) y hay 13 representantes que se asumen como personas pertenecientes a grupos de diversidad sexual.
Por cuanto a legisladoras presidiendo mesas directivas, este indicador es el más alto, ya que 22 de 32 congresos (69%) son presididos en su Mesa Directiva por alguna mujer. Asimismo, en promedio, existe un porcentaje paritario de mujeres que encabezan comisiones legislativas (53%)
No obstante, cuando se considera el tipo de comisiones presididas por mujeres, la proporción de legisladoras liderando grupos parlamentarios y el porcentaje de legisladores bajo la coordinación de diputadas, los congresos locales reportan cifras por debajo de la paridad.
En promedio, menos del 40% de las comisiones de visibilidad e impacto (Justicia, Economía, Política y Seguridad) son presididas por mujeres; solo el 24% de los integrantes de las juntas de coordinación política son legisladoras; y el porcentaje promedio de congresistas bajo la coordinación partidista de mujeres no llega al 20%.
A partir de esta estadística el estudio reporta resultados relevantes, reproduzco tres de ellos:
1. La presencia no es incidencia. A pesar de que las cuotas de género han tenido un impacto considerable sobre la conformación de los plenos legislativos a nivel federal y local, las legislaturas de nuestro país siguen siendo ampliamente desiguales, toda vez que los principales cargos de toma de decisiones parlamentarias son ejercidos, mayoritariamente por hombres.
2. Los hombres siguen mandando. Si el poder de decisión de un congreso se encuentra repartido equitativamente, hombres y mujeres deberían tener un índice de fuerza política de 50% cada uno. Sin embargo, el promedio de fuerza legislativa de las diputadas locales de México es de 37%.
3. Los partidos son el núcleo de la paridad. En prácticamente todas las asambleas de nuestro país, los partidos políticos cuentan con capacidades (formales e informales) considerables para definir tanto la estructura, como el funcionamiento congresional. Es por ello que la paridad efectiva en México, depende, en buena medida de la postura de los liderazgos partidistas.
La investigación de Buró Político, es una fuente recomendada e indispensable porque nos brinda la oportunidad de hacer no solo un balance de lo hasta ahora obtenido sino la oportunidad de realizar los ajustes o incidencias necesarias hacia el logro de la democracia paritaria.
[1] Coordinación: Adriana Báez Carlos Sergio A. Bárcena Julio Téllez del Río Oscar Medina Llanos