Redacción
Los participantes en el Parlamento de Hablantes de Lenguas Indígenas del Estado de Guerrero demandaron a los diputados locales retomar sus propuestas para realizar leyes justas, etiquetar recursos públicos para las principales necesidades de los pueblos originarios, y al gobierno estatal cumplir con su deber de garantizar servicios básicos como la educación y salud, al señalar que ambos son precarios en sus municipios y comunidades.
En el parlamento participaron 46 hablantes de lenguas originarias, 23 hombres y 23 mujeres, pero de estas, una, Elvira García Rodríguez, se retiró tras reclamar en tribuna que los diputados locales, funcionarios y funcionarias que estuvieron en el Legislativo era precisamente el ser escuchado por los representantes populares.
Sin excepción, los participantes en este parlamento afirmaron que son víctimas de discriminación por las poblaciones mestizas y por las instituciones del Estado que no han logrado garantizarles el disfrute de sus derechos.
“Somos sobrevivientes a la discriminación que ejercen las poblaciones mestizas”, dijo María de los Ángeles Ibarra Santiago; mientras que Fermín Procopio Tlacotempa planteó que el 12 de octubre sea reconocido y mencionado por estas poblaciones originarias como el “día de la resistencia indígena”.
Los participantes llamaron a que el Estado garantice a las poblaciones indígenas que en el sistema de salud, en las dependencias de gobierno, tribunales agrarios, y las instituciones que imparte y procuran justicia haya intérpretes de las cuatro lenguas originarias y sus variantes.
Simitrio Guerrero Comonfort, como parlamentarista destacó que lo que ocurrió a la llegada de los españoles a México y América fue el inicio del “saqueo, genocidio, maltrato, discriminación a las culturas de estas tierras” y lamentó que a 530 años nada muy poco haya cambiado, se refirió a las reformas “regresivas” que se han aprobado en el Congreso en materia de derechos de los pueblos indígenas.
Lamentó también que la Secretaría de Asuntos Indígenas y Afromexicanos tenga una nómina abultada y que, del total de su presupuesto, 53 millones sean destinados a la nómina y solo 10 millones en programas, lo que la ha convertido únicamente en una “agencias de colocación laboral”.
En su turno para intervenir, la parlamentarista Elvira García Rodríguez utilizó solo unos minutos de su tiempo para hablar en tribuna para reclamar la ausencia de las y los diputados, consideró que no tenía caso continuar con el parlamento si ninguna autoridad los escuchaba “es una gran burla la que nos están haciendo, mandarnos a traer y dejarnos solos”.
Convocó a los otros 45 parlamentaristas a abandonar el Congreso ante la falta de respeto “es una falta de respeto que nos dejen aquí solos, yo me retiro compañeros” la postura fue aplaudida por los asistentes, sin embargo, no la acompañaron en su decisión y ella sola abandonó la sede del Poder Legislativo.
Al final del parlamento, encabezados por la presidenta de la Mesa Directiva, Diana Flores Huerta, los participantes pidieron a las diputadas presentes que firmaran la minuta de acuerdos que elaboraron en la que se apuntaron las principales demandas y propuestas, y que de esa manera se comprometieran a darle seguimiento.
Pero las diputadas, entre ellas la presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Yoloczin Domínguez Serna, de Morena, la petista Leticia Mosso Hernández, así como Marben de la Cruz Santiago y María Flores Maldonado ambas de Morena, se negaron a firmar e insistieron en que el parlamento debía ser clausurado.
Entonces Diana Flores Huerta preguntó a la plenaria si estaban de acuerdo en que las diputadas firmarán dicha minuta, la gran mayoría estuvieron a favor, pero las legisladoras decidieron no firmar y subieron a tribuna a clausurar el acto cuando eso era facultad únicamente de la presidenta de la Mesa Directiva de este parlamento.
La presidenta de la Jucopo y Leticia Mosso se retiraron del pleno, solo se quedaron Marben de la Cruz y María Flores, mientras que por unos 12 minutos los parlamentaristas participaron desde sus lugares para manifestarse en contra de la decisión de las diputadas de no firmar la minuta y consideraron que solo los utilizaron para que acudieran a hablar de sus necesidades sin generar ningún compromiso para dar seguimiento.