Ángel Galeana/Chilpancingo
Fotos: Oscar Guerrero
Indígenas del Consejo indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (Cipog-EZ) pararon la caravana del presidente Andrés Manuel López Obrador para exigirle seguridad en los pueblos acediados por el grupo delictivo de Los Ardillos, al cual responsabilizaron de 40 asesinatos y 20 desapariciones de ciudadanos que habitan en comunidades que están su territorio.
Alrededor de 200 pobladores se apostaron sobre la carretera federal Chilapa-Tlapa, a la altura de Papaxtla, para esperar la comitiva presidencial que se dirigía a Tlapa, para el segundo evento de la gira de trabajo que realiza el presidente este viernes en Guerrero.
El Presiente paró la caravana, sin bajarse de la camioneta en la que viajaba para escuchar la demandas de los pobladores. El dirigente del Cipog-EZ, Jesús Plácido, acusó que el grupo delictivo de Los Ardillos se ha apoderado de los ayuntamientos de Chilapa, Tixtla, Zitlala y Quechultenango, que ha asesinado a 40 personas y desaparecido a 20 más, todas habitantes de las comunidades en las que la organización tiene presencia.
Pidió que el Ejército y la Fiscalía del Estado actúen en contra del grupo delictivo toda vez que no hay un solo detenido por los crímenes cometidos contra ciudadanos de Chilapa, quienes, dijo, se han negado a ser sometidos al control de Los Ardillos.
«Quieren someternos a la fuerza y por no dejarnos someter nos han privado de muchas cosas, no podemos salir de nuestras comunidades, vivimos aislados, no podemos bajar (a Chilapa). Antes se sembraban productos del campo que se llevaban a vender al municpio de Chilapa, sin embargo han matado señoras, han dejado vuidas, muchos niños huérfanos. En una ocasión mataron a 10 músicos, y el ex fiscal señaló al grupo delictivo que cometió los asesinatos, tenemos muchos desaparecidos y no tenemos un detenido», reclamó.
En la protesta también exigieron la renuncia de la fiscal, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, quien dijeron ya tiene «un buen tiempo en el cargo y es lo mismo», no hay acciones judiciales en contra de integrantes de Los Ardillos.
Los integrantes del Cipog-EZ reconocieron que en sus pueblos sí tienen armas que, argumentaron, son para defenderse, pero aseguraron ante el Presidente que no son delincuentes, pidieron ser investigados y si alguien tiene un delito en su contra aceptaron que sea encarcelado.
Además de condiciones de seguridad, pidieron inversión en sus comunidaedes. Ejemplificaron la precariedad en la que viven señalando que no tienen escuelas suficientes ni internet, y que durante los dos años que duró la pandemia del COVID-19 los niños no tuvieron clases. La carretera dijeron que es «camino para caballos» a la que le hacen reparaciones minúsculas que duran poco tiempo.
En respuesta, el Presidente se comprometió a enviar al subsecretario de gobernación Alejandro Encinas para atender sus demandas, sin precisar una fecha concreta, pero les pidió que eviten la violencia y la confrontación para resolver los problemas de las comunidades. «no hay que caer en provocaciones, hay que sacarle la vuelta y buscar la vía pacífica».
Dijo que su gobierno actuará de forma pacífica y sin complicidades con nadie, al señalar que llegó a la presidencia con el apoyo de la ciudadanía y de los «oligarcas» del pais.
Tras la potesta, el Presidente continuó su camino por carretera al municipio de Tlapa, en donde haría una evaluación sobre el programa de caminos artesanales.