Alina Navarrete Fernández/Acapulco, Gro.
Integrantes del Colectivo Memoria, Verdad y Justicia instalaron un plantón en el Cerro del Encinal para exigir a las autoridades que continúen la búsqueda de restos humanos, en las fosas clandestinas halladas en el poblado de Carabalí, municipio de Acapulco.
En cinco días de jornada, los activistas y familiares de personas desaparecidas en Guerrero, Veracruz, Sonora, Sinaloa, entre otros estados, encontraron ocho cadáveres en cuatro fosas clandestinas e indicios de, al menos, otras tres sepulturas.
Lo anterior, a pesar de la falta de recursos y disposición de las autoridades para contribuir a la localización, así como recuperación de cuerpos enterrados en el municipio, de manera que puedan ser identificados y entregados a sus familias.
De acuerdo con la líder del Colectivo, Socorro Gil Guzmán, a lo largo de la semana los activistas fueron amedrentados por el Agente del Ministerio Público del Sector Emiliano Zapata, Juan Carlos Rodríguez Molina, quien se dedicó a tomar fotografías y videos de los activistas durante la jornada.
Además, el personal de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas argumentó que los peritos «están cansados» por lo que no podría continuar con la exhumación de los cadáveres encontrados.
«Nos dicen que los peritos tienen que descansar y que tengo que gestionar otra búsqueda para que se siga trabajando en ese lugar, sabemos que no podemos dejar ese lugar donde sabemos que se siguen encontrando cuerpos», expresó.
Demandó a las autoridades que sino cuentan con personal, soliciten apoyo al Gobierno Federal, otros estados, incluso otros países, para evitar que se detengan los trabajados en las fosas clandestinas.
Reclamó que la titular de la Fiscalía General del Estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, «ni siquiera se ha tomado la libertad de llamarnos, de preguntarnos cómo están los trabajos»; sólo se trabaja en coordinación con la Fiscalía Regional de Acapulco.
Madres de las víctimas: «muertas en vida»
Junto con Socorro, quien busca a su hijo Jonathan Guadalupe Romero Gil desaparecido desde el 5 de diciembre del 2018 en Acapulco, caminan por la Zona Rural del puerto otras madres, entre ellas Francisca Mayo Ramírez que también busca a su hijo, Jonathan Munivez Mayo, quien lleva 15 años desaparecido.
Jonathan desapareció en la colonia Villas Magisteriales, en Petaquillas, a sus 21 años de edad, se dedicaba al comercio —como sus padres—, vendía discos en Quechultenango; tenía un mes de haberse independizado cuando «camionetas del Gobierno» llegaron al lugar donde rentaba, personas desconocidas se lo llevaron el 3 de noviembre del 2008, desde entonces no se sabe nada de él.
A la familia Munivez Mayo, la ausencia de Jonathan, la incertidumbre por no saber nada de él, le ha afectado económica y emocionalmente, para Francisca «una como madre está muerta en vida» al no poder encontrar a su hijo.
«Hay demasiadas fosas, demasiados cuerpos, mi hijo desapareció en Chilpancingo, pero puede estar en estas fosas, hay demasiadas, hoy supuestamente es el último día pero nosotros nos quedaremos porque nos interesa encontrar a mi hijo, como sea ya», sentenció.
Francisca al igual que los activistas que acompañan a Socorro, han aprendido a buscar, identificar posibles fosas clandestinas y resguardar todo lo que van encontrando a su paso: ropa, zapatos… algo que pueda servir para identificar a las víctimas.
Miguel Trujillo Herrera, hijo de María Herrera Magdaleno, quien fundó el Colectivo Familiares en Búsqueda, continúa en las jornadas con la esperanza de encontrar a sus hermanos Luis Armando, Gustavo, Raúl y Jesús Salvador, desaparecidos en Veracruz en el 2011.
De acuerdo con Miguel, en una bodega sobre la carretera hacia el Cerro, los activistas encontraron herramientas que podrían haber sido utilizadas para cavar las fosas, así como indicios de que en ese lugar fueron incineradas credenciales del INE, por lo que deduce que podrían ser de las víctimas encontradas.
Ante el hallazgo de más fosas clandestinas, los activistas se negaron a dar por terminada la jornada de búsqueda y anunciaron que permanecerán en el Cerro hasta que concluya la exhumación de los cuerpos.