Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo
El abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra, dijo que el activista Felipe de la Cruz “es un infiltrado del Gobierno y de los caciques” de la entidad.
En entrevista con Réplica luego de que Felipe de la Cruz lo señaló como el responsable de la ruptura entre madres y padres de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos, Vidulfo Rosales afirmó que la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) les advirtió que el exvocero “era una persona trepadora, un infiltrado del Gobierno y que tuviéramos cuidado”.
“Nosotros mirábamos la convicción de Felipe, mirábamos su compromiso y las madres y padres, con ese buen corazón y esperando que alguien los pudiera ayudar, permitieron que Felipe siguiera en la directiva”, expresó.
Sin embargo, el abogado explicó que desde los primeros días hubo situaciones extrañas, por ejemplo, Felipe de la Cruz organizó un encuentro entre Rosa Icela Ojeda Rivera, quien fuera esposa del entonces gobernador interino Rogelio Ortega Martínez, donde se les entregarían 120 mil pesos.
Lo anterior, a pesar de que era un acuerdo no recibir a personajes del Gobierno por haber incurrido en omisiones en el Caso Ayotzinapa y porque Rogelio Ortega “se puso del lado del Gobierno Federal priista”. Al enterarse de este pacto, el colectivo de madres y padres rechazó la reunión por mayoría.
Después, el colectivo supo que, “en varias ocasiones”, Felipe de la Cruz llevó a un grupo de madres y padres a reuniones con el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, quien confirmó el hecho en una sesión de la Comisión para la Verdad y la Justicia.
En dicha sesión, Ángel Aguirre dijo se reunió con las familias no con el objetivo de dividirlas, sino porque Felipe de la Cruz los llevó para pedirle un apoyo, igualmente económico.
Para Vidulfo Rosales la posición de Felipe de la Cruz sobre el exgobernador ha sido ambigua, “ha realizado declaraciones en la que dice que es inocente, que no tuvo la culpa y yo creo que no correspondería a un dirigente hacer suposiciones (…) Eso es falta de ética, es faltar al movimiento y mostrar una actitud sospechosa”.
Además, dijo que Felipe de la Cruz decidió registrarse como aspirante a una Diputación Federal en el proceso electoral del 2021, ejerciendo sus derechos políticos pero sin avisar antes al movimiento; luego fue puente para que el grupo de madres y padres, que ahora representa, se reuniera con el empresario Pedro Segura Valladares, así como para que los familiares de los normalistas participaran en una marcha a favor del exalcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez.
Por todas estas situaciones, Felipe de la Cruz y los padres que manifestaron por la liberación de José Luis Abarca fueron expulsados del colectivo, por decisión de la mayoría más no por orden de Vidulfo Rosales, así lo explicó el abogado.
Añadió que desconoce la razón por la cual Inés Gallardo Martínez, madre de Daniel Solís Gallardo, acudió a la conferencia de prensa que encabezó Felipe de la Cruz ayer en Chilpancingo, por lo que la invitó a incorporarse al grupo mayoritario de madres y padres de los 32 normalistas desaparecidos; en tanto que Lucina Garnica Ríos, madre de Christian Tomás Colón, continúa con el movimiento.
Vidulfo Rosales reiteró que fue Felipe de la Cruz quien llevó a las familias de los normalistas desaparecidos a reunirse con “personajes oscuros”, por lo que llamó a la población de San Nicolás y otros movimientos sociales a estar alertas y no permitir que el exvocero, a quien calificó como “cínico, traidor”, incida en sus demandas.
Finalmente, dijo que los padres que son representados por Felipe de la Cruz deberán presentarse ante la asamblea del colectivo para exponer su situación y será la mayoría del colectivo la que tome una decisión sobre su reincorporación, pues como abogado de las familias no le compete asumir esa responsabilidad.