Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo, Gro.
El obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, desapareció el pasado 27 de abril en Morelos; había recibido amenazas de muerte por intervenir para lograr una tregua entre grupos de la delincuencia organizada.
Esta tarde la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó “con profunda consternación” sobre la desaparición de Salvador Rangel Mendoza.
“Ante estos lamentables hechos, la CEM manifiesta su preocupación y solicita enérgicamente a las autoridades de los tres niveles de gobierno su pronta y decidida intervención para la localización de Mons. Rangel Mendoza”, expresó.
La CEM llamó al Gobierno Federal, a los Gobiernos de los Estados de Morelos y Guerrero, y a las autoridades municipales correspondientes para que, “en el ámbito de sus respectivas competencias, actúen de manera coordinada y eficaz a fin de traer de regreso a casa, sano y salvo, a nuestro hermano Obispo”.
También llamaron a las personas que “mantienen en cautiverio a Mons. Rangel Mendoza para que, en un acto de humanidad y considerando su delicado estado de salud, le permitan tomar de manera adecuada y oportuna los medicamentos que requiere para su bienestar. Reiteramos nuestra solicitud para su pronta liberación y regreso seguro a casa”.
De acuerdo con la CEM, ya se inició el proceso para la apertura de la carpeta de investigación correspondiente ante la Fiscalía General del Estado de Morelos, específicamente en la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Personas y Cometida por Particulares, “a fin de que se realicen todas las diligencias necesarias que conduzcan al esclarecimiento de los hechos y al pronto regreso con bien de Mons. Rangel Mendoza”.
Finalmente, pidió a la ciudadanía que “en la medida de sus posibilidades, proporcione cualquier información que pueda contribuir con las investigaciones”.
En marzo pasado, Salvador Rangel dijo en entrevista con Azucena Uresti que recibió amenazas por intervenir para lograr un acuerdo de paz, ante los constantes asesinatos en Chilpancingo; “estoy amenazado, le voy a decir, hasta sentenciado a muerte, yo no sé si por el gobierno, o por estos capos”, reveló.