José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte.
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Más de 30 millones de personas padecen hipertensión arterial en México.
La hipertensión arterial es el aumento de la presión de la sangre en las arterias debido a obesidad, sedentarismo, diabetes, consumo de tabaco, ingesta de alcohol en exceso, alimentación inadecuada, colesterol elevado, condición genética y étnica, uso de medicamentos de tipo esteroideo y anticonceptivos.
La retención de agua en el organismo, estrés, enfermedades renales y apnea del sueño también pueden causar que la presión arterial esté fuera de rango.
En ocasiones la hipertensión no genera síntomas y es por ello que la mayoría de las personas muchas veces no saben que tienen esta alteración en su presión arterial, es importante vigilar su salud cardiovascular. La medición de la presión arterial suele ser parte de los chequeos médicos de rutina. A los adultos de 18 años o mayores se les debe medir la presión arterial al menos una vez cada dos a cinco años. Si usted tiene ciertos factores de riesgo, se la debe medir en forma anual. Su riesgo podría ser más alto si usted:
✔ Tiene 40 años o más.
✔ Tiene sobrepeso u obesidad.
✔ Tiene antecedentes familiares de enfermedades cardíacas o diabetes
✔ Toma pastillas anticonceptivas.
✔ Es afroamericano. Las personas afroamericanas tienen una tasa de hipertensión más alta que otros grupos étnicos y raciales.
Los principales síntomas de hipertensión arterial son: Dolores de cabeza, zumbido en el oído, destellos de luz, manchas azules. Es clave controlar el colesterol, dejar de fumar, controlar la diabetes si la tiene descontrolada, y el sobrepeso, este último porque además de ser factor de riesgo, hace que los medicamentos usados en el tratamiento tengan menos efecto por la masa grasa aumentada.
Se ha comprobado que la terapia dietética es útil no sólo para la prevención de la hipertensión arterial sino también para su tratamiento.
Un tratamiento interdisciplinario de la hipertensión arterial involucra tanto la prescripción de terapia farmacológica como también de dietas modificadas, a fin de que ciertos nutrientes sean provistos, debido a que se conoce científicamente que guardan relación directa con la etiología y tratamiento de la hipertensión arterial como es el caso del sodio y el potasio.
Dietas como la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) brindan una serie de recomendaciones que promueven la reducción de presión arterial, las cuales son factibles y fáciles de alcanzar, y conjuntamente con la modificación en estilos de vida (actividad física, regulación de la ingesta de alcohol, etc) logra mejoría en la condición del paciente hipertenso.
La dieta DASH consiste en aumentar el consumo de frutas, vegetales y lácteos descremados, incluyendo granos enteros, pollo, pescado, semillas y reducir la ingesta de carnes rojas, grasas, y dulces con el fin de disminuir la presión arterial. Esto permite que la dieta sea rica en potasio, magnesio, calcio y fibra y reducida en grasa total, grasa saturada y colesterol. Sin embargo, los últimos estudios de recomendaciones nutricionales para la prevención y el tratamiento de la hipertensión han incluido patrones alimentarios saludables de acuerdo a la ingesta de alimentos, evitando la obesidad, alta ingesta de sal y de alcohol. La dieta DASH es considerada una de las más importantes soluciones no farmacológicas recomendadas para disminuir la hipertensión arterial de forma efectiva.
Los efectos de este tipo de alimentación también influyen en los lípidos sanguíneos, por tanto, esta dieta también beneficia a personas que padecen de síndrome metabólico donde se presenta tanto la hipertensión como la dislipidemia.
Se cree que la dieta DASH puede disminuir la presión arterial por una acción diurética facilitando la excreción renal de sodio, además como es rica en antioxidantes tiene un efecto sobre la inflamación vascular y el estrés oxidativo, aumentando no sólo la capacidad de los antioxidantes sino mejorando también el balance entre los antioxidantes y el estrés oxidativo.
Se recomienda 180 minutos de actividad física aeróbica moderada-intensa por semana (23), lo cual corresponde a 30 minutos de actividad física para la mayoría de los días de la semana y puede reducir la presión arterial de 4 a 9 mmHg.