Alberto Gómez/Chilpancingo
El sacerdote y activista social Filiberto Velázquez advirtió que la pacificación de Chilpancingo y una eventual tregua entre grupos delictivos dependerán en gran medida de la intervención del presidente municipal, Gustavo Alarcón Herrera.
En entrevista a las afueras del auditorio Sentimientos de la Nación, tras el cuarto informe de gobierno de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, Velázquez reconoció que en la capital existe un reacomodo de organizaciones criminales, lo que ha detonado hechos de violencia en las últimas semanas.
“El asesinato del exalcalde Alejandro Arcos Catalán debilitó la confianza que existía entre dos grupos que mantenían una tregua, lo que abrió un escenario de confrontación”, explicó.
El sacerdote señaló que el papel del gobierno municipal será clave para lograr la estabilidad, aunque reconoció que la tarea es compleja porque finalmente “la decisión está en manos de los líderes de los grupos delictivos”.
Velázquez confirmó que la Iglesia católica mantiene su disposición al diálogo como una vía de pacificación, aunque hasta el momento no ha podido concretar encuentros con los líderes criminales.