Carlos Navarrete Romero/ Chilpancingo, Gro.
Feministas tomaron las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG), en Chilpancingo, en solidaridad con las mujeres que fueron desalojadas de manera violenta de las oficinas del organismo de Ecatepec, Estado de México.
En la acción de protesta también demandaron un alto a la desaparición y asesinatos de mujeres en la entidad y todo el país.
La toma del edificio inició a las 7:30 de la mañana de este lunes, momento en el que las activistas colocaron en la fachada los rostros de decenas de personas desaparecidas en el estado, así como cartulinas con diferentes consignas como «Ni una más», «Mi cuerpo no es tu propiedad», «Ya estamos hartas», «Ante la violencia machista, defensa feminista», entre otras.
También realizaron un mitin en el que expresaron su repudio a la violencia feminicida que prevalece en todo el territorio mexicano, así como la impunidad en los casos de desaparición y asesinato de mujeres.
En su intervención, una de las activistas criticó que las autoridades opten por criminalizar y perseguir a quienes protestan por exigir respeto a sus vidas, en lugar de garantizar seguridad y acceso a la justicia.
«Las mujeres tenemos derecho a tener derechos y en un estado omiso será difícil conseguirlos. Ni perdón ni olvido, por eso nos estamos solidarizando desde la periferia del país para dar el mensaje de que las feministas estamos llamando a la rebelión».
De igual forma demandó que sea destituido el personal de la Fiscalía General que se niegue a iniciar fichas de búsqueda por la desaparición de una mujer, bajo el argumento de que deben esperar 72 horas para iniciar ese procedimiento.
«Es una infamia que el personal de la Fiscalía del estado siga ignorando, siga siendo omiso y no sepa que no es necesario esperar 72 horas, esa es la historia de siempre».
En el mitin intervino la familiar de una joven desaparecida, quien exigió a las autoridades implementar mecanismos especiales para la búsqueda de mujeres desaparecidas, pues consideró que no se puede actuar de igual manera que cuando la víctima es un hombre.
Además dijo que no les ofrecen seguridad a las familias que buscan a sus desaparecidas en las zonas de tolerancia, donde han conocido casos de prostitución forzada.
Finalmente denunció que en el Servicio Médico Forense (Semefo) se lucra con el dolor de las familias, pues en muchos casos les cobran una cuota para liberar los certificados de defunción y también les piden dinero para el traslado de los cuerpos o para las bolsas en los que guardan los cadáveres.