Carlos Navarrete Romero/Chilpancingo, Gro.
Tras las constantes denuncias por hostigamientos y agresiones de un grupo delictivo, diferentes corporaciones de seguridad se trasladaron al ejido de Guajes de Ayala, en Coyuca de Catálan, donde realizaron una revisión de los operativos y dialogaron con pobladores y autoridades locales.
De acuerdo con un comunicado del gobierno del estado, policías estatales, encabezados por el secretario de Seguridad Pública, David Portillo Menchaca, elementos de la Guardia Nacional y del Ejército visitaron ayer la comunidad de El Pescado, que forma parte del ejido, donde se han refugiado habitantes de otras comunidades en las que han irrumpido presuntos sicarios de la Familia Michoacana.
Las corporaciones de seguridad llevaron despensas para ser entregadas a pobladores y realizaron sobrevuelos de supervisión de los operativos de seguridad.
“Nos reunimos con los pobladores y sus autoridades comunales en El Pescado, población de Coyuca de Catalán y nos manifestaron su interés de que la vigilancia que les hemos brindado permanezca para su seguridad y así será hasta que se recupere la tranquilidad social como fue acordado por el Gobernador Héctor Astudillo y de las autoridades de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz», se lee en la misiva.
“Los pobladores se mostraron satisfechos con la atención que se les ha brindado, el apoyo en seguridad continuará para recuperar la tranquilidad social en la zona y se les apoyó con una cantidad de despensas que instruyó el Gobernador Astudillo”.
El miércoles fue difundido un video en redes sociales, en el que pobladores de El Pescado denunciaron que seguían sitiados por delincuentes, que sus carreteras estaban bloqueadas y que se comenzaba a agotar el alimento, por lo que exigieron presencia de autoridades estatales y federales y que los operativos de seguridad que se han implementando sean permanentes en esa zona.
A principios de febrero Réplica visitó Guajes de Ayala, donde pobladores denunciaron ser víctimas de constantes amenazas por parte de La Familia Michoacana y de un grupo criminal local encabezado por Crescenciano “Chano” Arreola, debido a que los campesinos les impidieron continuar talando sus bosques de manera clandestina, lo que ha derivado en la desaparición de dos hombres y el asesinato de un joven, así como constantes enfrentamientos.