Alberto Gómez/Chilpancingo
Por primera vez en los últimos 7 años, elementos de la Guardia Nacional y Policía del Estado con equipo antimotín impidieron que alumnos de la normal de Ayotzinapa y padres de los 43 estudiantes desaparecidos tomaran la caseta de Palo Blanco de la Autopista del Sol.
Esta mañana, más de un centenar de elementos de policías montaron un operativo coordinado en las tres plazas de cobro de la Autopista del Sol para impedir que fueran tomadas. Cabe señalar que los normalistas y padres de los 43 eran a los únicos en Guerrero a los que el Gobierno federal permitía la toma y que recaudaran recursos económicos.
Los normalistas, acompañados por madres y padres de sus compañeros desaparecidos, llegaron en tres autobuses a la caseta de Palo Blanco a las 11 de la mañana para tomar el control de la misma, realizar un volanteo informativo y pedir cooperación de 100 pesos por cada automovilista.
Minutos después, un elemento de la Guardia Nacional, quien iba al mando del operativo, les pidió que se retiraran porque no iban a permitir que se apostaran en las garitas de cobro.
A pesar del operativo, los padres y normalistas descendieron en la caseta y se formaron frente a la línea de policías que se formó en la carretera. Por momentos hubo algunos empujones pero no se registraron agresiones considerables.
Los padres pegaron etiquetas con la leyenda “Nos Faltan 43” en los escudos de todo el personal antimotín de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal, luego lanzaron consignas durante varios minutos.
Después de una hora y media, los estudiantes, padres y madres de los 43 subieron a los autobuses en los que llegaron y se retiraron a la normal ubicada en el municipio de Tixtla.
En diciembre del año pasado, el Senado aprobó reformas a la Ley de Vías Generales de Comunicación para castigar hasta con siete años de prisión a quienes tomen casetas.
Sin embargo, hasta el fin de semana pasado se permitió, en el caso de Guerrero, que normalistas de Ayotzinapa tomaran las tres casetas que se ubican en el estado.
Los normalistas habían convertido en una actividad cotidiana de cada fin de semana la toma de las casetas, cobrando 100 pesos por automovilista bajo el argumento de continuar con las acciones de los padres para encontrar a los 43, y tener recursos para las necesidades de la escuela.
Uno de los padres de los 43, indicó que la toma de las casetas tiene como finalidad la difusión de volantes que se reparten entre los automovilistas pidiendo que si alguien tiene información que pudiera dar con el paradero de sus hijos se les haga llegar de forma anónima a un correo electrónico o a un número celular.
Criticó que el estado y la federación utilice «todo este nivel de fuerza para evitar que se tome una caseta» mientras que ellos tienen más de siete años esperando tener respuesta sobre el paradero de sus hijo.
Resaltaron que el presidente Andrés Manuel López Obrador de palabra se ha comprometido a resolver el caso, sin embargo en la vía de los hechos no se ha avanzado en nada y las familias siguen esperando tener información.