Ángel Galeana/Chilpancingo
El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, insistió en que los responsables de los hechos delictivos en Chilpancingo son un tercer grupo armado que pugna por que Los Ardillos y Los Tlacos se peleen entre ellos para poder entrar a la capital, y criticó que se comentan asesinatos a metros del palacio de Gobierno y circulen camionetas con delincuentes armados en la ciudad.
Rangel Mendoza aseguró que también intervino para que se terminara el conflicto entre habitantes de comunidades de Chilapa que la semana pasada denunciaron diversos ataques armados, principalmente integrantes de la CRAC-PF y del CIPOG.
El obispo emérito realizó en la catedral de Chilapa la “misa solemne de función” dentro de las festividades religiosas de “Preciosa Sangre de Cristo”.
Entrevistado al término de la celebración sobre la quema de un camión y una urvan durante la madrugada y mañana de este viernes en Chilpancingo, el Obispo insistió que los hechos de violencia no son generados por los dos grupos que tienen control en el municipio, que son Los Ardillos y Los Tlacos, sino por una tercera organización que intentan entrar, cuyo nombre no quiso decir.
“Ahorita dicen que hay conflicto entre Ardillos y los de Tlaco, y yo les he dicho que no es cierto, hay un tercer grupo muy interesado que ellos se peleen y entrar este grupo para apoderarse de Chilpancingo”, declaró.
La declaración del Obispo, quien se ha caracterizado por reunirse con líderes de grupos delictivos en pro de buscar pacificación, contrasta con la posición de la Fiscalía del estado, toda vez que el vicefiscal Ramón Celaya declaró el pasado miércoles que los responsables de los hechos de violencia en la capital y en los alrededores son los grupos de Los Tlacos y Los Ardillos, principalmente estos últimos.
También criticó que el Gobierno del estado permita que circulen camionetas de hombres armados en Chilpancingo y que cometan crímenes a metros del Palacio de Gobierno, como el doble homicidio en contra de extrabajadores de la Fiscalía General del Estado ocurrido el pasado 16 de junio en la colonia Valle Dorado.
Por otro lado, celebró que haya terminado el conflicto entre pobladores de comunidades de Alcozacán y San Jerónimo Palantla, en Chilapa, los cuales se acusaron mutuamente de agredirse a balazos y desapariciones.
Criticó que el responsable de esos hechos era el líder del CIPOG-EZ, Jesús Plácido, quien es originario de la Costa Chica y está en Chilapa “sembrando el desorden”, y acusó que las amenazas de la CRAC-PF de armar a mujeres y niños son “shows mediáticos” para conseguir atención del Gobierno.