Derrumban sus viviendas y se mudan a galeras en áreas verdes en El Nuevo Mirador

Alberto Gómez/Chilpancingo

12 familias del fraccionamiento Nuevo Mirador habitan en casas que improvisaron en las áreas verdes tras la demolición de 12 edificios por hundimiento y fallas en sus estructuras.

Este fin de semana, las familias fueron evacuadas de sus viviendas porque fueron demolidas para ser reconstruidas nuevamente, debido a que desde que fueron entregadas presentaron fallas.

En casas improvisadas de madera, lámina, cartón y con carencias de los servicios básicos, las familias viven en las áreas verdes del fraccionamiento por no contar recursos para rentar un departamento.

La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) comenzó con la demolición de cuatro manzanas y 112 viviendas de los edificios que fueron construidos para los damnificados de los ciclones Ingrid y Manuel, en septiembre de 2013.

Para la señora Floriberta Castañón Gaspar «fue muy triste» dejar su casa que habitó durante más de 8 años y que ahora tiene que vivir en condiciones vulnerables, con el miedo de sufrir una mordedura de víbora, picadura de alacrán o de alguno otro animal.

«Nosotros no tenemos dinero para las rentas porque nos pidieron dos mil 500 para el cuarto, a parte dos mil 500 de depósito y sin niños y sin perros, entonces nosotros optamos por agarranos aqui», expresó.

Pidió el apoyo al Gobierno federal y estatal porque la coordinadora operativa del Programa Nacional de Reconstrucción de la Sedatu en el estado, Aurora Muñoz Martínez Lagunas, amenazó con desalojarlos del lugar que ocupan actualmente para vivir.

La señora María Andrés Tolentino, quien es madre soltera y comparte su vivienda improvisada con su hija, su yerno y dos menores de edad, expresó su preocupación porque con las lluvias su casa se gotea, es muy reducida y no tienen a dónde ir porque tampoco tienen dinero para pagar una renta.

Como doña María y Floriberta, otras 10 familias viven en la misma situaron luego de que fueron evacuadas de sus viviendas que les fueron entregadas hace más de ocho años.

La demolición está a cargo de la Sedatu y del Gobierno estatal. Los trabajados iniciaron el pasado fin de semana.

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