Trabajar y estudiar, así pasa Chayito el día del niño.


Ángel Galeana

30-04-2019. Chilpancingo, Gro.

Son las 10:30 de la mañana, y como todos los días es hora de trabajar para Chayito, niña de 11 años que ayuda a su abuela vendiendo comida y ensaladas el Congreso de Guerrero.

María del Rosario es su nombre real pero todos la conocen como Chayito. Ayuda a su abuela a vender tacos dorados, chalupitas, y fruta picada. Tiene que trabajar para cooperar a los ingresos del hogar en el que vive con sus abuelos. Gracias a ello tiene dinero para sortear los gastos que implica ir a la escuela y las necesidades básicas.

Iniciando el día ayuda a instalar la mesa de comida que no pasa de metro y medio de cada lado. Acomoda los platos, vasos, servilletas, frutas y algunos dulces para tenerlos en exhibición. Luego recorre las oficinas para tomar los pedidos que después llevará hasta el asiento de los burócratas.

Chayito ha trabajado casi toda su vida, no conoce otra forma de obtener el dinero con el que se sustentan en su casa. Asegura que le gusta ayudar a su abuela.

“Le ayudo allá en la casa a mi mamá en lo que puedo,  y aquí reparto la comida que nos piden. -¿Te gusta ayudar?- Sí, porque así mi mamá me da dinero para mi recreo y de ahí me mantiene”, comenta.

Es 30 de abril y para ella el día del niño es igual que para otros, solo que tiene que esforzarse más para disfrutarlo. Ella no inició el día jugando o con regalos, pero tampoco es algo que le roba el sueño, dice que está contenta con su modo de vivir.

“-¿Esperas el festejo del día del niño?- Pues no porque mi mamá me compra lo que yo quiero”.

A pesar de trabajar, es de los altos promedios en la escuela, y está concursando para ser parte de la escolta. Ya va en quinto grado, y el próximo año escolar es su oportunidad de aparecer entre las alumnas más destacadas.

En poco más de dos horas cumple con su tarea de ayudar a los ingresos de su casa. Para el medio día ya casi todos los oficinistas desayunaron, y el ritmo de trabajo disminuye para ella y su abuela. Ahora es tiempo de ir a la escuela. Se cambia la ropa de trabajo y se pone el uniforme azul para irse al salón de clases.

Toma todos los días la combi de la ruta Figueroa Mata, esa la deja a pocas cuadras de la primaria José Martí, en donde cursa sus estudios.

Hoy, los maestros les prepararon un festejo por el día del niño, y Chayito los disfruta tanto como todos los demás: platica, se alegra, convive con sus compañeros y a la escuela.

-¿Eres una niña Feliz?, se le pregunta.

“Sí, porque mis papás me quieren y me consienten”, responde.

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