Pacientes enfermos de riñón y sus familiares protestaron en las oficinas centrales del delegado del gobierno federal en el estado, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, a quien le piden una audiencia para solicitar que no se cancele el servicio de hemodiálisis en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de la capital.
Los afectados denunciaron que a partir de la llegada del delegado del ISSSTE en Guerrero, Marcelino Miranda Añorve, se ordenó el cambio de 72 pacientes a la clínica de Hemodiálisis Chilpancingo, a la cual los pacientes no le tienen confianza.
Uno de los representantes de los manifestantes, Esteban Aguilar, señaló que el servicio de hemodiálisis que reciben en el ISSSTE está garantizado y los mantiene con buena calidad de vida, por lo que no se quieren cambiar de clínica.
«No tenemos certeza del protocolo de sanidad y de eficiencia en la calidad del tratamiento, en segunda, no existe un protocolo jurídico de licitación para que de la noche a la mañana nos digan se van porque ya no vamos a pagarle a esa clínica (…)lo que peleamos es la calidad del servicio porque repercute en nuestra salud», comentó.
A las afueras de las oficinas que antes ocupaba la delegación federal de la Secretaría de Desarrollo Social, se mantienen alrededor de 50 manifestantes con pancartas bloqueando la calle.
La señora Cecilia Romero denunció que desde el pasado 30 de abril solicitaron una reunión con el delegado Sandoval quien no los ha recibido a pesar de varias peticiones.
Aclaró que la protesta y el bloqueo al acceso de las oficinas es de urgencia porque a partir de hoy el gobierno federal canceló los pagos al ISSSTE para que se dejen de aplicar las hemodiálisis.
En el interior del edificio se encuentran personas que acudieron a otros trámites y permanecen encerrados porque los manifestantes no permiten la entrada o la salida de nadie, hasta ser recibidos por el funcionario.