Sepultan a presidente Avispones de Chilpancingo

Chilpancingo, Gro. 23-Mayo-2019.

Ángel Galeana

Esta tarde sepultaron al presidente del club de fútbol de tercera división, Avispones de Chilpancingo, Marco Iván Rodríguez Navarrete, quien fue asesinado ayer miércoles, y su cuerpo abandonado sobre la carretera Chilpancingo-Tixtla, junto al de otro hombre.

Por la tarde se le rindió una misa de cuerpo presente en la Catedral de la Asunción, en donde el padre Benito Cuenca Mayo, quien fue el encargado de oficiar la ceremonia, condenó la constante violencia que aqueja a la ciudad, e hizo un llamado a las autoridades a que redoblen esfuerzos para reducir la violencia que impera en la ciudad.

“A nuestras autoridades que redoblen esfuerzos, queremos que se acabe la violencia, no podemos seguir viviendo así, en medio del miedo, en medio de una cultura de la muerte”.

También hizo un llamado a los delincuentes para que cesen de atentar contra la vida de más personas.  

Marco Iván Rodríguez tenía 33 años y además de presidente del club deportivo de fútbol era dueño de un restaurante Carbón.  Fue secuestrado el lunes 20 de mayo, y su cuerpo sin vida encontrado junto al de otro hombre en la carretera, sin que la Fiscalía General del Estado hay informado hasta el momento sobre un posible móvil del crimen.

Su familia narró que vivió un viacrucis que duró 48 horas, hasta que localizaron su cuerpo.

“Solo el cuerpo de mi hijo abandonado, tratado como cualquier delincuente, y eso no se vale señores (…) Marco Iván era un joven de 33 años, estaba iniciando sus proyectos, no lo dejaron crecer”, dijo Marco Antonio Rodríguez Canacasco en el panteón central, donde fue sepultado el joven empresario.

Marco Iván fue despedido con música de banda y trova  acompañado de familiares y amigos; su padre exigió que las autoridades no criminalicen a su asesinato.

“Que al rato las autoridades no cambien las versiones, que al rato no digan que mi hijo estaba coludido, a mi hijo le gustaba trabajar”

La postura del sector empresarial en Chilpancingo, a través de la Coparmex, es que el crimen no quede impune.

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