Ángel Galeana
Chilpancingo, Gro. 10-Octubre-2019
La cooperativa feminista Las Revueltas hizo un llamado de resistencia a las estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) para erradicar la violencia de género en la institución.
A partir de este jueves inician la campaña «Yo sí te creo» que es un llamado a la comunidad estudiantil de la universidad para que denuncien los casos de violencia de género, y para que las autoridades universitarias implementen un protocolo de prevención, atención, sanción y erradicación de violencia dentro de la institución.
Yolotzin Jaimes, representante de Las Revueltas, señaló que algunas mujeres han sido utilizadas al interior de la Universidad sin que existan sanciones para los responsables.
«Hoy nos dirigimos a las compañeras que han vivido en silencio estas violencias, que han sido utilizadas en el marco de guerras políticas internas y que se han enfrentado, no solamente a la impunidad que hay dentro de la Universidad para solución de estos casos, sino que también se han enfrentado a la falta de mecanismos dentro de la Universidad», señaló.
El plan de acción de la campaña se basa en iniciar registrando las denuncias de violencia de género de las estudiantes, posteriormente generarán una serie de movilizaciones como marchas, concentraciones o tomas de edificios de la Universidad.
Las Revueltas presentaron el caso de la estudiante de Historia, Anelís Visca Faustino, quien sostuvo una convivencia amorosa con el maestro César Enrique Corrales Miranda, quien inició la relación «desde su estado de poder».
La alumna narró que durante su relación vivió bajo constante manipulación, pues fue condicionada a mantener la convivencia en secreto, mantener 10 de calificación en la materia que el maestro impartía, y fue víctima del carácter agresivo del docente.
Además, en marzo de 2018 descubrió que estaba embarazada, situación de la que César Enrique Corrales Miranda no se hizo responsable. Dos meses después fue sometida a un aborto por complicaciones de salud, pues el producto había muerto.
En junio del mismo año, Anelís presentó una queja ante la defensoría de Derechos Humanos de la Universidad. Un mes después recibió el resolutivo en el que la defensoría hace una recomendación al maestro y el Consejo Académico para evitar que se repitan situaciones similares, sin llegar el caso hasta el Consejo Universitario, pues la demanda era que el docente fuera despedido.
La petición del colectivo es que las autoridades de la Universidad instalen el protocolo de atención, prevención, y sanción, pues a pesar de que existe una unidad de género, consideran que no existen los mecanismos que garanticen la erradicación de la violencia en contra de las mujeres.