Carlos Navarrete Romero
Chilpancingo, Gro. 11-Octubre-2019
Cecilia Bringas Raymundo acudió al Centro de Justicia para Mujeres de Chilpancingo a denunciar a su ex esposo, el magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa, Héctor Flores Piedra, por violencia física y psicológica, amenazas y hostigamiento.
En respuesta el Centro admitió una contrademanda en su contra promovida por el magistrado, quien afirmó que la violenta era ella.
Esta situación ha propiciado que el juicio se extienda por ocho meses, cuando debió resolverse en tres.
Para la víctima es evidente que Héctor Flores ejerce sus influencias dentro del Centro de Justicia -dependiente de la Fiscalía General del Estado (FGE)- para no ser afectado.
El magistrado actualmente tiene prohibido acercarse a ella y a su hija -de diez años-, como consecuencia de las medidas cautelares que se decretaron tras amenazarla de muerte.
Cecilia Bringas explicó que el Centro ha actuado para encubrirlo.
Contó que la coordinadora del lugar, Dalia Luz Carbajal Plancarte, no la convocó al encuentro que hubo ayer con el grupo de trabajo del programa Spotligth -en el que intervienen el Gobierno de México, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE)-, y que tiene la finalidad de emprender acciones para prevenir y eliminar el feminicidio en el país, así como para que niñas y mujeres disfruten de espacios públicos y entornos seguros.
«Hay irregularidades en el Centro de Justicia, no nos tratan a todas de la manera correcta. Fueron contactadas solamente ciertas usuarias, víctimas, yo no fui convocada. Escogieron los casos que sólo quieren que se sepa y mi caso como es contra un magistrado y se manejan influencias aquí, el influyentismo está presente, no quieren que se sepa, no quieren que me acerce a la ONU».
Explicó que el pasado 5 febrero inició el juicio en contra de su ex esposo, a quien acusa de haber ejercido violencia física en su contra y psicológica contra su hija.
Comentó que el juicio debió resolverse en tres meses, sin embargo a la fecha sigue sin emitirse una resolución al respecto. La víctima explicó que esto se debe a que su caso fue tratado como un juicio ordinario y no como un juicio especial, como lo establece el procedimiento.
Además comentó que luego de denunciar al magistrado, este presentó una contrademanda en el Centro de Justicia misma que fue admitida, situación que también ha complicado que se resuelva el caso.
«Es el primer Centro de Justicia para Mujeres en toda la república -donde se supone que protegen a las mujeres- en el que se acepta una demanda del acusado o del agresor hacia la víctima. Yo vine a denunciar por violencia física y psicológica y resulté demandada yo por mi propio agresor y le aceptaron la demanda por el influyentismo que existe».
Cecilia refirió que la actual pareja de su ex esposo es amiga de la coordinadora del Centro de Justicia, y no descartó que eso esté influyendo en el trato que recibe su caso.
Aunado a ello, comentó que probablemente el magistrado está aprovechándose de su cargo para demorar la resolución del juicio.
«Aquí él se presenta como magistrado y se le da un trato especial, pareciera que la agresora soy yo y la víctima es él. Se le ha dado mejor trato y preferencia a él y todo por ser magistrado. Además él ha venido a amenazar a trabajadoras del juzgado diciéndoles que les va a poner quejas en el Consejo de la Judicatura y le han permitido todo eso».
La víctima sostuvo una relación de 29 años con el magistrado. Se divorciaron hace seis porque en reiteradas ocasiones fue golpeada. En el transcurso de ese tiempo él la ha amenazado de muerte y hostigado, además de que ejerce violencia psicológica contra su hija.
Cecilia visitó este viernes las instalaciones de Centro de Justicia para tratar de ser recibida por el grupo de trabajo de Spotligth, a fin de denunciar las irregularidades de la coordinadora del lugar.