Ángel Galeana/Chilpancingo
Desplazados de comunidades de las zonas serranas de los municipios de Leonardo Bravo urgieron la llegada de elementos de la Guardia Nacional a la cabecera municipal, Chichihualco, para evitar el posible arribo del grupo de civiles armados aglutinados en el Frente de Policías Comunitarios del Estado de Guerrero, cuya base es del municipio de Heliodoro Castillo.
Los desplazados dieron conferencia de prensa en Chichihualco, en la que señalaron que temen que los policías comunitarios irrumpan en esta localidad, toda vez que hay reportes de enfrentamientos en las comunidades de El Carrizal y el Balzamar, las cuales serían las últimas barreras para ingresar a la cabecera municipal.
Señalaron que ya solicitaron la ayuda de manera formal al Gobierno del estado y federal pero les piden evidencias de los enfrentamientos en la sierra, como videos, audios o fotografías.
“Ya no sabemos cómo pedirle al Gobierno que nos ayude porque ya estamos a 40 minutos de los enfrentamientos. ¿Qué vamos a hacer si llegan en la noche? No tenemos dinero, no tenemos a donde ir, queremos que venga la Guardia Nacional que se encargue de todos los males que hay, que sea urgente porque estamos en un peligro muy grande”, dijo una desplazadas.
Los inconformes señalaron que uno de los acuerdos que firmaron con el Gobierno federal tras el plantón de 39 días que realizaron en la Ciudad de México entre febrero y marzo del año pasado fue que se instalarían tres puntos de vigilancia de la Guardia Nacional en el perímetro de Chichihualco, con la finalidad de evitar el ingreso de grupos armados, minuta que no ha sido cumplida.
Son entre 80 y 100 familias las que están desplazadas en la cabecera municipal, según uno de los afectados, quienes tienen miedo de ser agredidos si irrumpen los policías comunitarios, pues, aunque aseguran que no son delincuentes, sí temen sufrir agresiones puesto que han exigido regresar a sus casas que abandonaron desde noviembre del 2018.
Manuel Olivares, del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, dijo que la falta de policías en la zona es un indicio de que las autoridades le apuestan a que los grupos delictivos se “exterminen” entre ellos, lo cual calificó como grave.
“Cuando nos dicen que ya fue tomado Carrizal, y que hoy ya había un ataque contra Balzamar, y algunos nos dicen que durante el día se escucharon disparos en los alrededores, es justificable el miedo de la gente. Ya se mandó un llamado de auxilio, dicen que quieren audios, fotos o video, y ¿qué quieren que la gente vaya a filmar o grabar o tomar fotos de muertos para que el Gobierno vea que si es cierto?”.
En las últimas horas se han reportado en redes sociales enfrentamientos en las localidades de la sierra, sin embargo, el Gobierno de Guerrero no ha hecho ninguna confirmación.
El conflicto en la zona se habría agravado luego de que el pasado 8 de marzo supuestos integrantes del Cártel del Sur irrumpieron en la localidad de Filo de Caballos y mataron a cinco civiles armados que se reconocen como comunitarios.
Los comunitarios expulsaron a los integrantes del Cártel y cientos de personas de sus comunidades de origen en noviembre del 2018, desde entonces tomaron el control del corredor carretero Casa Verde-Tlacotepec.