Ángel Galeana/Chilpancingo
El transporte público de Chilpancingo no colocó ningún filtro sanitario en las paradas más concurridas de la ciudad, a pesar de que este lunes entró en vigor el decreto firmado por el gobernador Héctor Astutillo Flores con medidas de prevención que incluyen a este sector.
Tampoco los pasajeros cumplieron en su totalidad la medida de uso obligatorio de cubrebocas. En los asientos y en las paradas se pudo ver a personas con el rostro descubierto. Ni la sana distancia se respetó y las combis de las rutas con más pasaje circulaban llenas.
En un recorrido realizado por Réplica en cinco de las paradas más concurridas del transporte público en el centro de Chilpancingo, pudimos verificar que la entrada en vigor del decreto firmado por el gobernador no cambió en nada la actividad de transportistas y pasajeros.
El recorrido se realizó en la parada del centro, sobre la avenida Juan N. Álvarez, antes del paso a desnivel; en la parada que se encuetra afuera del edificio Vicente Guerrero sobre la avenida Benito Juárez; la parada de las combis de Los Ángeles sobre la calle Ignacio Manuel Altamirano; en la parada que se encuentra afuera del edificio Juan N. Álvarez, sobre la calle Ignacio Zaragoza, y en la parada de la avenida Ignacio Ramírez, a la altura de la Iglesia de San Francisco.
En ninguna de ellas se vio a personal de transportes o del gobierno municipal o estatal cumpliendo con las medidas del decreto.
El artículo segundo de este decreto señala que «tratándose de transporte público deberán continuar las medidas generales de sana distancia estableciendo filtros sanitarios con tomas de temperatura, uso obligatorio de cubrebocas, aplicación de gel antibacterial, sanitización permanente de las unidades de transporte, instalaciones y equipos conforme lo establezca el semáforo federal con 2019»
El uso del cubrebocas dentro del transporte fue a medias, puesto que no todos los pasajeros lo utilizaron. Algunas combis portaban en el tubo de entrada a la unidad un bote de gel que muy pocas personas usaron al subir.
En Acapulco, al menos en el sistema Acabús, se publicaron fotografías de personal repartiendo cubrebocas a los pasajeros, sin embargo, en la capital del estado ni concesionarios ni autoridades vigilaron el cumplimiento del decreto.