José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de tercera división profesional Los avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte.
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Algo vital para nuestra salud y para regular diferentes funciones de nuestro cuerpo es el agua, sin beber agua un ser humano es probable que no sobreviva por más de 3 a 5 días, nuestro cuerpo está formado en promedio por un 65% de agua, el cerebro se compone en un 70 por ciento de agua, la sangre en un 80 por ciento y los pulmones se componen en un 90 por ciento.
Curiosamente hemos dejado de beber agua natural, ahora bebemos agua en forma de refrescos, jugos embotellados y bebidas procesadas a las cuales les han sido añadidas muchos ingredientes y componentes químicos combinados muchas veces de manera secreta y en grandes porciones y consumiéndose con mucha frecuencia, y estas bebidas han deteriorado nuestra salud.
México es el primer lugar a nivel mundial en consumo de refresco. Cada persona consume, en promedio, 163 litros al año, es decir, 40% más que el segundo lugar Estados Unidos, de acuerdo con datos de la Universidad de Yale, revelados por una experta en el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM. Desgraciadamente el consumo de refresco empieza a edades muy tempranas. ¿cuántas veces no hemos visto que a un bebé le dan refresco en su biberón en las calles como si fuera algo muy natural?, y no sólo son los refrescos si no también los jugos embotellados o aguas que se comercializan con la leyenda para niños pero llenas de azúcares. En promedio, una familia mexicana destina 10% de sus ingresos totales a la compra de refrescos, 24% a otros alimentos y bebidas, y 66% a vivienda, educación y vestimenta, entre otros.
Es muy importante conocer por cuestiones de salud qué es una caloría, se escucha y se puede leer en diferentes revistas y páginas de internet el hablar de las calorías y muchas veces se tiene una mala información sobre este concepto y muchos quieren evitar a toda costa el consumir calorías, es por ello que debemos de revisar su información para tener un mejor punto de vista. Calorías se define como: la cantidad de calor (que es una forma de energía) necesaria para producir un incremento de temperatura de 1 °C en una muestra de agua con una masa de 1 g desde 14,5 ºC hasta 15,5 ºC. La palabra caloría está formada por la raíz latina calor, que expresa altas temperaturas y el sufijo -ia que indica cualidad.
Las calorías representan una unidad de medida para la energía que los seres humanos incorporamos a través de alimentos y bebidas, indican la cantidad de energía almacenada en los enlaces químicos de aquello que se ingiere.
La energía es liberada durante la digestión y almacenadas en diferentes moléculas y células. Una vez analizando esta información podemos comprender sobre las calorías líquidas ¿En realidad las calorías líquidas son peligrosas? la respuesta más apropiada sería que el exceso de calorías en una bebida es la que la hace menos saludable y la calidad de ingredientes de la bebida también es muy importante, por ejemplo: una botella de agua de 600 ml no contiene más que agua y es por ello que no nos aporta calorías pero nos hidrata, esa es una de las funciones principales por la cual ingerimos líquidos aparte de hidratarnos nos ayudan a mejorar la digestión, pero analicemos la composición de un refresco, también es un líquido, nos hidrata pero aparte de hidratarnos como contiene otros ingredientes y en su mayoría azúcares refinados nos aportara calorías que es energía, pero un refresco de cola común contiene 12½ cucharadas cafeteras de azúcar, lo que cubre de 180 a 252% de lo que un adulto debe de consumir para todo el día, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón.
Si un niño consume una botella de 600 mililitros de refresco de cola (el tamaño más consumido de este producto) está ingiriendo del 315 a 420% de la azúcar máxima tolerada para todo el día, además contiene Caramelo IV, colorante asociado al riesgo de padecer cáncer. Un refresco de 600 ml aproximadamente nos aportará 252 calorías. Ahora imaginemos que ese niño está comiendo en un lugar de comida rápida y consumió una hamburguesa y papas fritas que le aportan 1,000 calorías y sumamos las calorías del refresco de 600 ml son en total 1,252 calorías es por ello que también las calorías líquidas importan ya que nos aportaran una gran cantidad de energía, pero sobre todo de azucares refinados de alguna manera si hubiera tomado sólo agua natural podría haber bajado su ingesta calórica.
Este ejemplo aplica para todas las bebidas adicionadas con azúcares refinados como: jugos embotellados, aguas de sabor, también existen yogurts y leches adicionadas con un % muy similar de azúcar que los refrescos, por ello es importante revisar etiquetas nutrimentales.
El consumo excesivo de azúcares refinados, especialmente de forma líquida, provoca alteraciones en el organismo. Además de diabetes, el consumo habitual de cantidades tan elevadas de azúcar se ha asociado con padecimientos como: hipertensión, cardiopatías, dislipidemias, pancreatitis, obesidad, disfunción hepática y adicción.
El azúcar añadido también denominado por la OMS azúcar libre porque se absorbe rápidamente y provoca una brusca elevación de la glucosa en sangre, es un componente a evitar en la dieta habitual. Sin embargo, aunque todo azúcar añadido es perjudicial para el organismo, el que poseen las bebidas podría ser más negativo que el de los alimentos sólidos.
Recuerda, antes de tomar una bebida analiza si contiene calorías líquidas, asesórate con un nutriólogo certificado, tu salud es lo más importante, cuídate y cuida a tu familia.
Recuerda comer sanamente, come Equilibrato, hasta pronto.