Carlos Navarrete Romero/ Chilpancingo, Gro.
El diputado federal por Morena, Rubén Cayetano García, planteó la necesidad de desaparecer el Poder Judicial en Guerrero al considerar que «ya no tiene calidad moral para impartir justicia».
Así lo expresó ayer durante la sesión ordinaria que celebró la Cámara de Diputados.
Durante su breve intervención, el legislador federal recordó que faltan pocos días para que se cumplan 6 años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Iguala, hecho ocurrido entre la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.
Al respecto, refirió que padres, familiares, normalistas y organizaciones sociales buscan elevar la demanda de presentación con vida de los estudiantes, «porque vivos se los llevaron y vivos los queremos».
Indicó que un cabo suelto en las investigaciones del caso son los videos de las cámaras de seguridad del Palacio de Justicia de Iguala, que probablemente grabaron el momento de captura, dirección de traslado y desaparición forzada de un grupo de aproximadamente 17 normalistas, imágenes que al día de hoy no aparecen.
La ausencia de esas imágenes motivaron que el lunes pasado padres de los 43 estudiantes desaparecidos protestarán en las instalaciones del Palacio Judicial, acción que terminó con la irrupción de varios normalistas en ese edificio donde lanzaron pertardos y quemaron una camioneta.
«En medio de la pandemia y del dolor, la demanda de justicia sigue siendo fundada. El agravio es mayor porque las autoridades locales: Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, son indolentes e incapaces de coadyuvar para encontrar la verdad. Particularmente el Poder Judicial, ya no tiene autoridad moral para impartir justicia», expresó Cayetano García.
Ante ello, «lo digo con responsabilidad, de plantear legal y constitucionalmente la desaparición del Poder Judicial de Guerrero».
Finalmente, el diputado federal dijo que el caso Ayotzinapa no es el único agravio del Poder Judicial, pues afirmó que son sistemáticas las violaciones a los derechos humanos en en Guerrero y «no hay autoridad local que los salvaguarde».