Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo
A 6 años del atentado en contra del equipo Los Avispones, que cobró las vidas del futbolista David Josué García Evangelista, “El Zurdito”, y el chofer de la escuadra chilpancingueña, Víctor Manuel Lugo Ortiz, familiares de las víctimas exigieron justicia al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Esta mañana en las instalaciones del polideportivo de Chilpancingo, sobrevivientes, miembros del club deportivo y los familiares realizaron un homenaje para conmemorar el sexto aniversario luctuoso del joven futbolista que tenía 15 años y de Víctor Manuel Lugo.
Facundo Serrano Urióstegui, quien fuera entrenador de Los Avispones, lamentó que no hubiera condiciones adecuadas para conmemorar a las víctimas debido a la pandemia, recalcó la importancia del equipo para la ciudad; además narró sus inicios y consolidación dentro del circuito deportivo guerrerense.
Luego recordó la noche de los ataques en la que se consideró la posibilidad de que el equipo cenara en la ciudad, luego de su triunfo contra el Iguala FC, pero el preparador físico de Los Avispones, Pedro Salado le dijo que era mejor que regresaran a la capital debido a que había una balacera.
Recordó que en la carretera fueron detenidos un tiempo en el que vieron pasar varias patrullas de policías, cuando lograron avanzar cruzaron un retén de militares que no los detuvieron y “la sorpresa de nosotros fue que en el crucero de Santa Teresa nos recibieron a balazos, fue una situación muy dolorosa que no se nos va olvidar nunca”.
Dijo que se sintió desesperado por su responsabilidad sobre los jóvenes futbolistas que venían contentos por el triunfo, pensó que los disparos no cesarían; luego de que Víctor Lugo muriera, el autobús en que el iban se volcó y las personas que les dispararon intentaron entrar pero no lo lograron, “qué situación tan difícil estar nada más estar esperando a qué hora voy a morir, yo decía en mi interior, Dios mío, ya que termine esto”.
“A raíz de ahí quedó escrita una página triste, muy triste, porque yo considero que cuando queremos ir a un espacio deportivo lo vivimos con alegría, jamás me imaginé que recibiríamos una agresión de esa magnitud, de recibir arriba de 500 impactos de bala en el autobús”, dijo. Confesó que en ocasiones se pregunta por qué fallecieron David Josué y Víctor Manuel, pero ha encontrado consuelo en sus creencias religiosas.
En su intervención, Roberta Evangelista Hernández, madre de David Josué, dijo que jamás olvidará la “noche trágica” del 26 y 27 de septiembre de 2014, “mi hijo era una persona sana con mucho futuro por delante y jamás me imaginé llegar a verlo muerto con los orificios en su cuerpo, si él sólo se dedicaba a estudiar y a jugar lo que más le gustaba el fútbol”.
“A 6 años de esa tragedia sigo preguntándome por qué a él, por qué a ellos, por qué al equipo de fútbol los atacaron de esa manera pero son preguntas sin respuestas, a estas alturas sigo sin saber quiénes fueron los que cometieron este acto tan cobarde, nos destrozaron la vida por completo”, expresó.
Envió un mensaje a López Obrador a quien le recordó que el caso Igualo no sólo es Ayotzinapa, también Los Avispones fueron víctimas “por lo que le pedimos justicia, justicia para todos los caídos, justicia para David Josué, justicia para el señor Víctor Manuel, justicia para todos los que fueron heridos y justicia para todos los desaparecidos”.
Por último, Yaneli Lucía Lugo Lorenzo, hija de Víctor Manuel, dijo que la fecha del atentado contra Los Avispones jamás será olvidada por las familias de las víctimas, ni por nadie del estado “porque Guerrero ahora se identifica por los hechos de Iguala”.
Insistió en que no sólo los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa padecieron la noche de Iguala, la cual recordó como una triste pues su familia se enteró mediante redes sociales de los ataques contra el equipo de tercera división.
“Fue una experiencia terrible porque mi mamá y hermanos salieron para Iguala y no pudieron pasar, no supimos la hora exacta de la muerte de mi papá, solamente nos llamaron y nos dijeron ‘acaba de morir’, esa llamada nunca se nos va olvidar, esos momentos, esos recuerdos año con año vuelven a surgir”, dijo.
Recordó que Víctor Manuel Lugo estuvo a punto de no ir con el equipo porque el autobús estaba en un taller ya que le faltaba una pieza que finalmente le enviaron un día antes de los hechos, “estaba muy emocionado” pues se divertía mucho con los jugadores y su pasión era manejar.
Señaló que ese día contrario a otros viajes, su padre estuvo en constante comunicación con su familia, por eso lamentó la manera en la que supieron de su muerte, “tenemos que seguir adelante, pero no vamos a seguir adelante si no hay justicia porque la sangre derramada no puede quedar impune”.
“Muchos pueden decir que ya pasaron 6 años, sí, pasaron 6 años pero cada año vuelve a ser igual y para nosotros aún no hay justicia, para nosotros aún no hay paz en nuestros corazones”, expresó.
Dijo que a pesar de las detenciones de implicados en el caso, no hay una certeza para las familias sobre quiénes fueron los que dispararon contra el autobús en el que viajaba el equipo. Manifestó su solidaridad con las víctimas, sus familias y también recordó a Blanca Montiel Sánchez, la pasajera de un taxi que también fue asesinada durante los ataques.
Aclaró que Víctor Manuel Lugo no era chofer de Los Avispones, sino que trabajaba para una empresa privada que le asignaba los viajes, la cual se olvidó de su padre y no apoyó a su familia ni siquiera con condolencias. Por último, al igual que las familias de los 43 normalistas desaparecidos y la madre de David Josué, le exigió a López Obrador justicia y que resuelva el caso, pues a dos años de su mandato se desconoce la verdad.