Rafael Mendoza/Acapulco
Alrededor de 300 personas, entre comerciantes y familiares del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Acapulco, se manifiestan a las afueras de la cárcel para exigir la renuncia del director, a quien acusan de maltrato a los reos, y autorizar traslados irregulares.
El contingente llegó al Cereso poco después de las 8 de la mañana para plantarse sobre la entrada principal con consignas en las que piden la renuncia del director del penal, Justo Jiménez Loaeza, por presuntamente permitir que los guardias maltraten a los reos.
Asimismo, aseguran que en el centro penitenciario se llevan a cabo traslados ilegales, que hay un brote de contagios de coronavirus que ha afectado a 200 reos y que les han cortado el suministro de materiales de trabajo, como son hilos y maderas para realizar distintos artículos que venden y les permiten sobrevivir dentro del penal.
Ante la protesta, policías estatales se colocaron de manera preventiva en la entrada principal del penal con escudos antimotines para evitar que los manifestantes intentaran ingresar a la cárcel.
Hasta el momento, familiares y comerciantes se mantienen a las afueras de las instalaciones, en espera de ser atendidos por las autoridades.