Alejandra Mateos exige cárcel a quien intentó matarla a golpes hace 3 años

Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo, Gro.

A tres años de que su novio, Víctor Manuel Enríquez Lezama, intentara asesinarla en su casa, Gloria Alejandra Mateos Jiménez denunció que su agresor sigue libre y llamó al Tribunal Colegiado en Materia Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito, con sede en Acapulco, que cumpla la sentencia condenatoria que dictó la juez Tanya Yamel Alfaro Zapata, por violencia de género, el 20 de febrero del año pasado.

En conferencia de prensa, acompaña por representantes de las organizaciones Alianza Feminista de Guerrero, Aliadas por la Justicia, Caminos con Alas A. C. y Las Revueltas, Gloria Alejandra revivió la madrugada del 8 de abril del 2018, cuando Víctor Manuel irrumpió en su casa, ubicada en Chilpancingo, donde la golpeó y estranguló hasta dejarla inconsciente, mientras la amenazaba con matarla “por puta”.

Gloria Alejandra recordó que Víctor Manuel únicamente se detuvo porque la dio por muerta y se retiró, pero antes se encargó de destrozar su casa y llevarse algunos objetos de valor para aparentar un robo.

Durante la conferencia de prensa, las activistas Marina Reyna Aguilar, María Luisa Garfias, Eva García Estrada, Yolitzin Jaimes Rendón, entre otras, portaron pancartas con fotografías de la joven que prueban las heridas que su agresor le causó.

También tenían pancartas con mensajes en los que exigieron “Tribunal rompe el pacto”, “Hermana, yo te creo”, “Sino hay paz para las víctimas no habrá paz para los agresores”, “No quiero ser una más en la estadística” y “Justicia para Alejandra”.

Gloria Alejandra recordó que desde que denunció el hecho ante el Ministerio Público se enfrentó a la revictimización por parte de las autoridades, mismas que minimizaron el caso debido a que su agresor era su novio y no su esposo, por lo que también acudió ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero.

Sin embargo, ninguna de sus quejas ha tenido resultados. “Los daños psicológicos, las secuelas están aquí conmigo, pero él sigue libre; la justicia, para mí, es un sueño, es una plegaria”, expresó.

Recordó que Víctor Manuel promovió un amparo para evadir la sentencia condenatoria en su contra, el hecho de que las autoridades validaran este recurso, significa para la víctima que los derechos de su agresor están “por encima de los míos”; en ese sentido, “los magistrados tienen la última palabra, que mi agresor sea castigado con la cárcel o que lo dejen libre y me mate”.

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